domingo, 26 de febrero de 2017

COAC 2017: Gran Final - 24 de Febrero

Todos los sabemos, lo sentimos, lo vivimos... la noche del viernes recogió la mejor noche de coplas que se recuerda en años, y una de las finales más a flor de piel que hemos podido vivir en décadas, porque son la culminación de un concurso magnífico, donde la categoría comparsa ha disfrutado de un estado de gracia natural, la chirigota ha remontado regalándonos cuatro primeros premios en la Gran Final del Teatro Falla, donde la veteranía y la sabia nueva se enfrentaron en el coro, y los cuartetos dejaron claro que, aunque sean dos, son capaces de seguir arrastrando y dividiendo con pasión a todos los aficionados.  Gracias a cada autor, a cada agrupación, porque lo de este año ha sido impresionante.

En el post de hoy, tocaremos todo, pero repararé sobre todo en las protagonistas de la noche, las coplas de las catorce agrupaciones participantes.  Pensamos desde El Carnaval de Puerta Tierra p'acá que todos los actos complementarios, que hicieron de la noche del día 24 un verdadero hito para la historia del Concurso, se merecen futuros post, que los analicen con mimo y les den el protagonismo que se merecen.  Espero vengan desayunados, merendados y cenados, porque comenzamos con la crónica de una inabarcable sesión de 12 horas -en la que, no engaño a nadie, me vi vencido por el sueño a mitad de la sesión-.

Ventolero desde el gallinero: 

La última sesión de 2017 comenzó con media hora de retraso, y me da que fue por Caná Susanita.  La hora oficial que se había transmitido por diferentes canales eran las 20:30 h., punto de partida que tendría lugar con la antología Las coplas recuperadas.  No fue así, y tuvimos que esperar hasta pasadas las 21 h. para disfrutar de este gran proyecto dirigido por Juan Fernández, que personalmente me supo a poco por su duración, que no por su calidad.  Una recuperación de grandes letras de preguerra, que nos evidenciaron lo valientes que por entonces eran los protagonistas del Carnaval desde 1932 hasta 1936.  De bello de punta el regreso de Fernandi sobre las tablas del Falla.  Éle.

Y comenzó el concurso: Pastrana venía a por todas, con dos letras de tango nuevas de El Batallón Fletilla, al cuello de aquellos que hacen negocio a costa de la desgracia ajena (en clara referencia al desagradable caso del padre de la niña Nadia) y poniendo en valor a aquellos autores que hicieron Carnaval en tiempo de la censura, valientes como ninguno otro que haya pisado las tablas.  Buena entradilla del cuplé con el Perrichi haciendo guasa con Julio Pardo, y simpáticos cuplés inéditos.  Mi suegra como ya dije trajo un segundo pasodoble de sombreraso, haciendo una crítica en tono de humor a todo el machismo que se ha vivido durante décadas en los hogares españoles, junto con dos cuplés muy divertidos.  Tres de cuatro letras inéditas que gustaron muy mucho.  El cuarteto Lo que el viento se llevó por su parte trajo un refrito de parodia y tema libre, con dos pinceladas nuevas que volcaron el teatro: ¡que el novio de la niña es el Manué!  Los cuplés fueron nuevos, mejor el segundo.  Y llegó el pelotazo de la primera parte de la noche: Los Equilibristas volcaron el teatro, a flor de piel desde la subida del telón.  Su primer pasodoble a la figura de la mujer, no amante, sino amiga, fue una delicia para todos los que lo vivimos, y el retrato de la otra Andalucía, real, palpable, nuestra, visceral.  Genial, como gracioso fue el nuevo cuplé, a las posturas sexuales equilibristas, y la que quiere practicar su mujer.

En este punto no hubo descanso, sino el anunciado homenaje a Antonio Martín, que con su Ley de vida recuperó el pase de Semifinales para interpretarlo junto a su comparsa sobre las tablas, incluyendo aquella presentación de Caleta a la caída del telón -en esta ocasión, completa-.  El niño de San Vicente, visiblemente emocionado, disfrutó y dejó para el recuerdo su personal despedida interpretando en el ecuador del repertorio "El día que yo me muera" de sus Los héros del 3x4.  Frente a los que quisieron derrotar este acto, yo lo reivindico, y ojalá que en el futuro se repitan estos actos para que lo disfruten en vida los autores.

La segunda parte la inició La reina de la noche, con tangos que evidenciaron en su fuerza y descaro crítico su juventud, ¡bendita juventud! Como la de los canteranos protagonistas de la segunda letra.  Si levantaron el pie del acelerador con los cuplés, más malotes -pero bueno, con ese estribillo que más da, si son un disfrute y en la calle lo van a partir como si fuesen un primero-.  Con expectación, llegó el Manué, vestido de Frozen: la chirigota del Bizcocho tenía loco a todo el mundo (o no) y ellos respondieron con un nuevo repertorio de tirarse de coco.  Carcajadas tras carcajada desarrollaron dos letras surrealistas, de como los protagonistas lo dejan con sus mujeres, y de los comentarios típicos que se escuchan por los velatorios de este mundo de dios Momo.  De los cuplés, el primero fue nuevo, y nos descubrieron al difunto con la chaqueta de Los Pre-paraos. Momentazo, como tantos otros nuevos que salpicaron la presentación y el popurrí.  Un uno aquí y en el Urdekistán checo.  El cuarteto de Piulestán y Aguilera estuvo poco afortunado.  El repertorio repetido no enganchó al público, y los cuplés provocaron que hasta mi tocayo Manu Sánchez dijera que fueron de mal gusto.  Ya está bien de chistecitos a costa de la mujer, hombre ya.  Los peregrinos partieron su pase con dos grandes letras -este año Aragón viene escrito de pura gloria-, que reflexionan sobre el papel del ser humano en este planeta, y sobre la cantera del Concurso.  Buenos cuplés también, con mu' poca vergüenza y ganas de dar puyitas.  De verdad, este año hemos tenido mucha suerte de poder disfrutar de estos repertorios.

Descanso, y volvió la falseta gaditana a sonar en el Falla: Luis Rivero quiso homenajear con sus tangos a los grandes autores de la provincia de Cádiz, y al pregonero en su remate, y al parto de un tango.  Los cuplés, flojitos, pero interpretados con la gracia natural de este gran grupo.  Esperaba más de este pase para luchar por todo, eso si.  Igual me pasó con Vera Luque, que no espera repitiese repertorio.  Eso si, el segundo pasodoble a los autores que escribieron en tiempos de censura (igual temática que la del coro de Faly) fue un gustazo firmado por este enorme autor, e hicieron que nos riésemos con los cuplés, así que, ¿para qué les vamos a pedir más a Los del planeta rojo, pero rojo, rojoE inesperadamente, Los irracionales de Bienvenido trajeron un repertorio de final de los más raro.  Su primer pasodoble, parecía recuperada del cajón, a las barreras sociales que remataron con un homenaje a Miguel Clares, el cartero real del que llevamos escuchando hablar desde preliminares.  El segundo, a un niño que maldice a todos y cada uno de los que permitieron e hicieron posible su sufrimiento en clase.  Mucho mejor este, más descarnado.  El primer cuplé fue el único de esta tanda original, de guirre a costa de los dos últimos alcaldes.  Flojo, y que dejaron a todos con cara de ¿pero y esto es lo que traen esta familia para la final?  Pues si, eso fue.

Nuevo descanso, y afrontamos el último tramo de la noche encabezado por el coro de Julio Pardo, pura fuerza con la que interpretaron un nuevo piropo de defensa a Andalucía en su primer tango, y un ataque a la prensa que derrota al COAC.  Cuplés cortitos y con sifón.  Los de Cádiz Norte los siguieron como penúltima agrupación de la noche, con un primer pasodoble nuevo a las pensiones de tantos mayores que en nuestro país dan la vida a muchas familias.  Muy bueno, como bueno fue el repertido a su niña, que me encanta a mi.  Primer cuplé también repetido, y segundo a los diferentes peinados de aquello, que bueno, más mal que bien.  Cerró una sesión histórica, en mayúsculas, la comparsa de Martínez Ares, con dos grandes pasodobles, donde destacó el segundo confeccionado a base de versos de legendarias coplas del COAC.  Volcó el teatro, volcó todo lo volcable, y sumó a un primer pasodoble, más sentido, sobre la vida de una mujer, a la que este caronte acompañó desde su nacimiento hasta su muerte.  Culminaron el repertorio nuevo, con dos cuplés también inéditos, a la subida de la luz eléctrica en nuestro país, y a las sepulturas, con cameo del chirigotero postulante Manué.  Gran risa que se metió a al público nuevamente en el bolsillo, si es que de por si no lo tenían ya.  Total, que eran las 08:50 h. cuando terminaba su imperial popurrí, y todos cruzábamos dedos para que nuestras favoritas estuvieran en lo más alto.  Y entonces...:


Y así, con la cara de carajo que se nos quedó a muchos, se nos volvió a recordar que no siempre llueve a gusto de todos, y se cumplieron las miles de leyes no escritas: que si no ganará una agrupación de fuera en tal o cual categoría, que si no repetirá primero dos años seguidos una agrupación en comparsas o chirigotas, que si no se valorará más los repertorios originales frente a los repetidos en la final, y un largo bla bla bla que seamos sinceros, no sirven para nada, y no son comprobables.  ¿Qué mas da?  De todas las ecuaciones posibles, lo único que se nos aseguró con las finalistas era una Gran Final de agrupaciones bestial, con repertorios fijos que han sabido soportar un mes de Concurso maravillosamente, y que el viernes aún siendo una sesión interminable, todos deseamos, todavía a día de hoy, que no se hubiera acabado.

Ha sido un Concurso maravilloso, del que hemos disfrutado como hace años no lo hacíamos, y que como cada Febrero se culmina con la verdadera protagonista del Carnaval: la calle.  Disfrútenla ahora todos aquellos que puedan, y piensen que, en menos que canta un gallo, volveremos a estar levantando cortinas.  Gracias a todos por sus comentarios, sus muestras de apoyo y cariño, correcciones y tirones de orejas, y si han llegado durante este COAC, bienvenidos.  Así da gusto cumplir diez años de Puerta Tierra p'acá.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Es difícil valorar si un primero es justo o no. En chirigotas, Vera lo ha bordao. Que repitiera repertorio en la final le resta puntos, pero no lo hace menos merecido. Me recuerda al Selu y Los serenissimos del 2016. Veteranos contra savia nueva (ahora, el Bizcocho). El premiodel cuarteto es indiscutible.

Comparsas ya es más polémico, por ser mi género favorito y el que más me emociona. La agrupación ganadora tenían el mejor tipo, un popurrí con algunas cuartetas maravillosas y, posiblemente, el mejor estribillo de este concurso. Pero pa mí no se merecía el primero, la lucha estaba entre Aragón y Ares. La comparsa del Subiela me ha encantado y ojalá que el año que viene venga con más fuerza si cabe, García Argüez no es el futuro, es magnífico presente y así debe defenderlo cada año. Con la actuación que hizo en la final, mi balanza se decantó por Ares. No ganaron, más por politiqueo del jurao que por otra cosa, pero esta comparsa pasará a la eternidad. A ver cuántos pasodobles de la ganadora serán recordados. Si esto sirve pa que Bienvenido coja más confianza y seguridad, bien, pero reducir la alegría de concursar de dos genios del Carnaval como Ares y Aragón es peligroso. Pueden estar pensando, si presentamos esto y no ganamos, ¿Qué más hay que hacer? ¿Vale la pena concursar?

Ahora viene lo auténtico, tocará seguir el sendero del sur verdadero. Feliz Carnaval a todos/as y gracias a los realizadores de este portal.

Anónimo dijo...

Los de Manue no ganaron por ser de fuera, eso te lo dice hasta la gente de Cai. Martínez Ares merecía repetir y, desde luego, los Equilibristas no eran un cuarto, sino un segundo. Y digo yo, por qué carajo dejan concursar a los de fuera si después no les dejan rascar? Ah, la cuna de la libertad...

Anónimo dijo...

como verían partir desde cero en final? a lo mejor nos dan mejores finales si cabe y ganaría la que mejor sabor de boca deja... como lo ven?

Anónimo dijo...

partir desde cero en la final es absurdo, porque deja sin sentido muchos detalles durante el concurso que también hay que valorar. Pero puntuar más la final que las otras fases no lo vería malamente... (no digo el doble, pero a lo mejor que los pasodobles de la final puntuasen sobre 30 en lugar de sobre 20... algo así).

y que ganase Bienvenido no se lo explica nadie, por más vueltas que se le de.

Anónimo dijo...

no creo que se dejen sin sentido esos detalles porque se tienen en cuenta para conseguir pasar a la final no? pero tu idea de puntuar sobre un rango más alto me gusta.

Anónimo dijo...

sí claro, queria decir que para decidir el ganador global del concurso también habría que tener en cuenta todos los detalles, no sé, el impacto desde el primer día, el tipo... yo es que veo el concurso muy largo (8 cuples, 8 pasodobles, 8 estribillos, 4 interpretaciones del repertorio fijo...) como para que el ganador se decida únicamente en el último pase. Poniéndonos en un caso real, el año de las pitorisas con ese sistema no habrían ganado, y eso tampoco lo hubiera entendido nadie, ¿verdad? Hubiera sido igual de raro que lo de los enteraos al año siguiente.

Anónimo dijo...

pues tienes toda la razón con lo de las pitorrisas. Me has convencido!