jueves, 19 de diciembre de 2019

Especial "Cincuenta sombras de Quiñones". Capítulo IV


 Ya tenemos Pregonero y dios Momo y a los grupos inscribiéndose y ensayando, así que por fin la actualidad y nuestras agendas nos lo permiten para llevar a cabo este especial que llevamos queriendo hacer desde hace ya más de un año. Y es que Joaquín Quiñones Madera, el autor del barrio del Mentidero de Cádiz, es una figura que merece una revisión especial que nos haga, si no lo hemos hecho ya cada uno de los carnavalitas y carnavalienses, pensarlo y tenerlo en el lugar que su obra merece.

Más allá de guasas, más allá de comentarios a posteriori, Joaquín podría haber sido perfectamente este año nombrado pregonero. Vamos, muchos compañeros y antiguos integrantes de sus agrupaciones ya habían reclamado públicamente que se hiciese. No ha podido ser. Pero su figura, antes de que colgara la pluma hace seis año, es historia del Concurso y como dijo Faly Pastrana: "Se le ha criticado mucho pero Charruas eran ocho pasodobles y todo el mundo cantaba el del bombero así que menos criticar (...) la tristeza, no se qué no se cuanto, pero todo el mundo ha cantado sus coplas así que a callar la boca".
[Entradilla por Ventolero]

Pero es indiscutible que ese grupo, tal y como había terminando forjándonse, y junto al tándem con Noly, iba a ser el que más alegría le trajera al autor porque parecieron invencibles durante cuatro años. Así, La Cárcel Vieja era una comparsa a la antigua usanza con unas letras en estado de gracia y un público entregado por una comparsa con fuerza, garra y sensibilidad. Primer premio, por supuesto:


Muy comentado fue el disfraz de la comparsa La Atlántida...? porque era vistoso, sí, pero el maquilla y unas prótesis algo extrañas en la barbilla sirvieron de cachondeo para cupleteros de la ciudad. Sin embargo, un segundo premio más que merecido para un grupo que continuaba en altos vuelos de exigencia:


¡Más fuego, más llamas! La presentación y el popurrí de esta comparsa se mantendrán en mi cabeza para siempre. Todavía me pone el vello de punta cualquier parte del repertorio de una agrupación estéticamente muy oscura, dura por momentos de escuchar, pero digna de un primer premio que no tiene discusión. 


Con La playa de los secretos (2007) termina el recorrido de este grupo tal y como lo conocíamos, con incorporaciones importantes como la de Lali o Raúl Trechera en años anteriores o en este mismo, será la última vez que Nene Cheza y parte del grupo participe en esta agrupación, decidiendo tomar camino por otros lares. Un segundo premio fue el culmen. 



En el año siguiente aparecieron con, a nuestro criterio, una muy buena comparsa, manteniendo el estilo y, aunque finalmente se quedaron fuera de la final, fue un año que supuso una verdadera revolución para la agrupación de Joaquín Quiñones: llegaron Toni, el Piojo, y Javi Otero, entre otros componentes pero también fue el año de la marcha de Careca y uno de los estandartes de esta comparsa y diremos que del Carnaval en general, el gran Ramoni:


Bustelo cambia el estilo musical de la comparsa y lo hace suyo, que es muchísimo. Además, Hugo León y Fali Figuier se incorporan a una comparsa que, finalmente, consiguió el segundo premio con su homenaje (y crítica) a la prensa. Una maravillosa obra de arte completa y sensorial, con un grupo que, aunque renovadísimo, suena estupendo:



El mismo grupo, pero con peor fortuna en los que a premios se refiere, fue el de La caja de Pandora que, desde lo mitológico y lo gaditano, nos presentó una comparsa algo desigual, pero con buenas letras, buenas músicas y buenas voces. Sí, sé lo que acabo de escribir. Fue el final de la relación con Bustelo por ahora:


Fue La corona la comparsa del retorno del Noly a la música de la comparsa, al menos del pasodoble. También se incorporó Fali Piñero a la comparsa y Caracol se despidió de la agrupación que tantos éxitos le había regalado para volver con Antonio Martín. En fin, una nueva brecha en el grupo que el director supo remediar inmediatamente.



Más cambios en el grupo: extraña pareja musical la que deciden para ese año: Romero Bey, casi en las antípodas carnavalescas de Quiñones y diríamos que del grupo, pero con una propuesta realmente bien mezclada, mixta, un poco de aquí, un poco de allá. Entra el Bubu además, una de las voces más bonitas del carnaval gaditano. La final era de cuatro y ellos fueron los quintos, pero nos dejan verdaderas maravillas en forma de letra. 


Metáfora sobre la Humanidad en la comparsa que presentó en 2013 Joaquín Quiñones. Entraron Jesús Cruz, Salvi y volvió Bustelo a la música de una comparsa que podría haber quedado mejor porque, sinceramente, la idea era buena, las letras y la música también. Pero tampoco hubo suerte (o decisión) favorable a esta comparsa:



Tras esta comparsa, despidiéndose con un maravilloso pasodoble en semifinales, pone Joaquín Quiñones punto y final a su trayectoria como autor carnavalesco, parece que el concurso dejó de interesarle, decía que no se veía participando en un constante cambio de modas y por eso lo dejó. Actualmente, parece que tiene bastante relación con el que siempre será su grupo, sobre todo su amigo Fali Mosquera.
Nosotros nos ponemos estos vídeos para echarlo de menos y decirle que nos gustaría que volviera, por qué no, otros también lo hicieron, ahora que las aguas vuelven a ser gaditanas y la vorágine de cambios ha tenido un cambio cíclico de nuevo, pendular. Nos gusta Quiñones.
Por cierto, aún no ha sido pregonero, sí Dios Momo, y no estaría mal seguir reivindicándolo para que tome esta figura algún año, pronto, cuando tiene fuerzas, apetencia.

Nos vamos de vacaciones navideñas hasta el día 7 de enero, martes, que volveremos para ir calentando motores a un nuevo COAC que ya tiene su sorteo hecho y está más preparado que nunca. Por lo pronto, pasen unas felices fiestas, tengan una buena entrada de año y que les traigan muchas cosas los Reyes Magos (con todos sus colores),



jueves, 5 de diciembre de 2019

Especial "Cincuenta sombras de Quiñones". Capítulo III

 Ya tenemos Pregonero y dios Momo y a los grupos inscribiéndose y ensayando, así que por fin la actualidad y nuestras agendas nos lo permiten para llevar a cabo este especial que llevamos queriendo hacer desde hace ya más de un año. Y es que Joaquín Quiñones Madera, el autor del barrio del Mentidero de Cádiz, es una figura que merece una revisión especial que nos haga, si no lo hemos hecho ya cada uno de los carnavalitas y carnavalienses, pensarlo y tenerlo en el lugar que su obra merece.
Más allá de guasas, más allá de comentarios a posteriori, Joaquín podría haber sido perfectamente este año nombrado pregonero. Vamos, muchos compañeros y antiguos integrantes de sus agrupaciones ya habían reclamado públicamente que se hiciese. No ha podido ser. Pero su figura, antes de que colgara la pluma hace seis año, es historia del Concurso y como dijo Faly Pastrana: "Se le ha criticado mucho pero Charruas eran ocho pasodobles y todo el mundo cantaba el del bombero así que menos criticar (...) la tristeza, no se qué no se cuanto, pero todo el mundo ha cantado sus coplas así que a callar la boca".
[Entradilla por Ventolero]

1996. Tras dos años pisando la final, Quiñones y Martínez no logran repetir suerte pero obtienen con Legado Andalusí un meritorio puesto como semifinalistas, con una deliciosa música de pasodoble que Tato desgrana que es una gloria.

Un año después sonó aquel estribillo ya histórico de Dando leña, seña de un repertorio como lo eran los tintineos de las hachas que hicieron pisar de nuevo a la agrupación el Gran Teatro Falla en una noche de final. Cuatro premio de la época, que ya es decir teniendo los compañeros de batalla que tenía por entonces. Pepe Martínez una vez más acercado nuevas musicalidades a la categoría.

El baratillo (1998) repitió puesto en el Concurso y devolvió el estilo gaditano al grueso del repertorio, que se desprende desde los primeros compases de la presentación.

Destacar que en 1997 y 1998 nuestro protagonista firmó dos coros que no tuvieron tanta fortuna como las comparsas del autor: Los Cromos y Los chicharreros.

¿Quién no recuerda El Circo? A las puertas de un nuevo siglo y milenio, Quiñones trajo el mayor espectáculo del mundo a Cádiz por febrero. Un segundo premio como un castillo y un pasodoble como "Es ley de vida" que queda ya para la gloria de los buenos aficionados. Esa guitarra y ese vaivén en pleno pasodoble, ¡pa' tirarse! Puro espectáculo que no ganó porque ese año reventó La Parra Bomba.

En el 2000 Quiñones se rinde a los ritmos brasileños que le propuso Pepe Martínez y aterrizan con La Batucada. Aunque el grupo sigue sonando como un cañón, la espectacularidad perdió muchos enteros con respecto al año pasado y el tipo lo sufrió, llegando eso sí a Semifinales.

El incansable tándem de Joaquín, Pepe y Fali regresaba en 2001 con Los Mercenarios, listos para la batalla con sones más clásicos nuevamente, con la maravillosa fuerza que el grupo destilaba en aquella época. Un lujo que regresó a la Gran Final y se quedó con el 4º puesto.


En propia mano (2002) trajo la marcha de los hermanos Alcántara pero el regreso de Caracol tras su glorioso paso por la comparsa de Antonio Martín y la incorporación de Cristobal Morales. Una sorpresa que se quedase en Semifinales un repertorio que desborda buen gusto en cada compás. Últimos, por cierto, de Pepe Martínez junto a Joaquín en la categoría.

¿Quién podría sustituir a un músico tan único como el que había tenido y disfrutado la agrupación por tantos años? Pues, apunten: Manuel Sánchez Alba "Noly", que junto a Nene Cheza, hicieron posible una delicatessen como son Los Vikingos. Segundo premio. Un pelotazo.

Me dan ganas de seguir, porque lo que viene es oro cantando pero... ese gusto le toca a mi querido Bermauntier. Nos toca esperar, a ustedes y a mí. Feliz semana y disfruten de las coplas de este maestro que es Don Joaquín Quiñones.