Opinión de la sesión:
Nota GRA-SI-O-SA: ¿Saben qué? El campo de La Verdad es La Viña de Córdoba. ¿Saben por qué? Porque lo dice la Zoco, la de Canal Sur. Así empezó ayer por la radio a dar la nota la chirigota de Córdoba. Iban de gente que hablaban con los muertos (mil chistes fáciles se me pasan por la cabeza, pero me las guardo para mi para no desvariar demasiado…). Fin de la Nota.
Mis dos destacadas:
- Clínica dental Nuestra Señora de las Angustias y de los Dolores de Boca:El Canijo vuelve (si, y sale, no se queda en la tramoya, oya, oya…). Y es sinónimo de un humor más dulzón, contrario al de Cascana y similares, muchos menos hiriente. Esto no quiere decir que no se rían de la gente, o sean graciosos, que el autor sevillano sabe como hacer que nos partamos la caja.
La presentación es del estilo de la de todos los años de esta agrupación, aunque algo menos graciosa. Los pasodobles idem, acariciando Cádiz con una mano y con la otra a las mujeres de 40 años pa’rriba. De arte este último.
Los cuples son graciosos, y el estribillo, muy tontorrón, pero que engancha hasta el límite. El popurrit del canijo sigue enlazando una lista de situaciones humorísticas, que se suceden en este caso en la consulta, y está muy bien. Aunque no sé yo porque este año esta gente, al igual que muchas otras, no parecen salir al límite, ni a voces (que es lo normal a estas alturas del concurso) ni en letras (algo ya no tan normal).
Pero bueno, si las que restan de las esperadas no sorprenden como deberían, bien podría colarse donde quisieran, porque hacer reir saben (no como otras, que se cuentan unas historias…). - La comparsa de Momo:
Érase que se era que los Carapapas querían salir en comparsa con su chiri, y salieron: Se buscaron un par de voces punteras y dijeron, vamos pa’lante...
El resultado, una alegoría al dios por excelencia del carnaval mundial, cantando las cosas claras, aunque sin sonar, también es verdad, como las asentadas en la modalidad. El Salvi y el Zoleta bien es cierto que lo bordan, pero la comparsa, sobre todo, en la parte primera de los pasodobles, manda SOS, aunque quizás en las siguientes sesiones (a las que me extrañarían que no pasaran) se empleen a fondo, y sorprendan.
Otra cosa son ya las letras: Hay partes que son pura literatura. Otras sin embargo, se presentan incisivas hasta el punto de parecer una Cascanada, currada, eso sí. PERO existen unas terceras, fragmentos donde a los Carapapas no se les olvidan sus raíces chirigoteras más crudas, y pecan en momentos de liar tacos que no le pegan a una comparsa (señalando claramente la cuarteta de la gente que hay el sábado de Carnaval) y un “teletabis” que suena en mitad del popu y que mira, que no.
Pero bueno, yo esperaba mucho esta comparsa, y si bien no me ha enamorado como esperaba, tiene momentos enormes que cómo mínimo creo deberían hacerle un camino dulce hasta semifinales (la final para los mejores). Quizás el año que viene, podamos hablar de la ganadora. Este año de momento, no.
Y nada, hoy viene la comparsa de mi Pedro el Mahara, y del Zubi, así que nada, a descansar que toca acostarse a las tantas. Y jurado, haznos un favor y mandame a los de Córdoba de esta noche pa’ mi tierra, que nos harás un favor (bis) (además de que así, luego aquí presentan un pasodoble diciendo que allí no los valoran ni los quieren (como ya hicieran el año pasado) y así tengo un motivo más pa’ pensar lo que pienso).
La comparsa de Momo: siento que la comparsa debe renovarse. Los Carapapas, tras La Cuadrilla, lo han vuelto a intentar y les ha quedado una cosa, en mi opinión, preciosa.
Precisa en gusto y voces, la comparsa abre con una espectacular presentación, sigue con dos bonitos pasodobles, remata con dos cuplés y termina con un popurrit que, en contra de la opinión de mi compañero, me parece fastuoso, tremendo y más espectacular que cualquiera de los escuchados en el día de hoy. Me parece genial, portentoso, la parte del popurrit en la que habla de la cabalgata de carnaval, donde se me escapó más de una sonrisa.
En definitiva, una comparsa, creo, a tener en cuenta para semifinales y, quién sabe, quizás para algo mñás.
Clínica dental... La chirigota del Canijo de Carmona no tiene mala pinta. La presentación es correcta sin ser desternillante, con una absurdez al final: Ramoncito Pérez, algo de lo que parece, el Canijo no va a dejar nunca. Los pasodobles tienen ese pellizquito musical de Tovar con la mezcla del poeta, cada año más genial. Los cuplés, sin embargo, merecen un apartado especial: decir que los de ayer me parecieron geniales, tanto el primero como el segundo, llenos de ironía y, en parte, mala leche. El estribillo es sencillito, sin muchas tonterías, acabando por lo bajito, fácil de aprender. El popurrit tiene golpes bastante buenos, sobre todo la parte en la que empieza a decir nombres de mujer que exclaman sus pacientes.
Lo que más me sorprende, otro año más, es el grupazo que lleva y el partido que le saca. Me encantaría ver a este grupo, íntegro, con el punteao incluido, que es una maravilla, en una comparsa de jóvenes de las que hacen la nueva hornada en Cádiz: amariconadillos pero bien cantados.
Poco más por estos lares.
Esta noche, gran sesión.
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