martes, 15 de septiembre de 2020

¡Ya está aquí la gente de La Viña, señores! (Las chirigotas de Manolo. Parte II)

Ya casi entrado el nuevo siglo, Manolo Santander continúa, no podía ser de otra manera, una línea viñera que le trae momentos desiguales como ocurre, por ejemplo, en el año 1999 con Los del séptimo de caballería que, quedando semifinalista, deja para el recuerdo una música de pasodoble para siempre. Sin embargo, el año 2000 será el que le traiga una verdadera satisfacción y es que Los de capuchinos lograría el primer premio con un repertorio redondo, especialmente, de nuevo, por unos pasodobles marca de la casa, al cuello, y un popurrí que todavía se recuerda.

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Reconozco que una de mis chirigotas favoritas, de las que conseguí aprenderme todo el repertorio de un disco que quemaba constantemente, es El Atlético Agujetas, un equipo de fútbol bastante desastroso que terminaba en la Viña cogiéndola mortal (y eso lo cantaba yo con su hey, hey y todo). 


Posteriormente, vinieron dos chirigotas de la que apenas nos queda el pasodoble de la primera y alguna que otra simpática expresión de la segunda: Los morazos de la Viña y La fuera española: bajitos, cabreaos y de baja, en 2002 y 2003 respectivamente, le supuso a Manolito no pisar la final consecutivamente. Pero pronto lo arreglaría con una chirigota que todavía se recuerda por una simpática presentación, pasodobles con música y letra al estilo del viñero y un popurrí con buenos golpes. Lo más feo de Cai consiguió un cuarto premio.


Después de la chirigota Los tiesos (¡Manolo!/Qué/¡Sieso!), Manolito volvería con su amigo Libi para un experimento llamado El movimiento del 36 y que parecía que ese año 2006 peleaba directamente por el primer premio, pero, claro, en la final cantaron 13 y, en un hecho sin precedentes, la chirigota de esta institución carnavalera fue eliminada del concurso por la norma de los componentes que, recordamos, era doce. ¡Cuidao' con el pelo, que es naturá! Por cierto, grupo muy nuevo con Javi el Ojo o Juan Ardentía.


Con Los de la Roca, fueron dos Manueles los que se unieron, porque la música es una preciosidad del Noly, que repetiría también en Los bichos (fuerzas nasales), sí, aquella chirigota que iba de mocos. Finalmente, para Los primerizos, que volvería a cambiar a bastantes componentes del grupo, entre los que podríamos ver al Silva. Para ese año se formaría un tándem extraño porque la música se la haría Juan Carlos Aragón. Al año siguiente firmaría El submarino amarillo, chirigota en la que saldría con su hijo y, finalmente, decide tomarse un descanso después de Ángeles y Malanges (las dos caras de Cádiz), en el año 2011, la que se incorporaría Carlitos Pérez


Vuelve tres años después con Los destripadores de la calle Londres y el público lo estaba esperando. Baño de aplausos en una actuación en preliminares que quedará para la historia. Se envolvió de la música de Antonio Martín para esta ocasión y también para Los del puntazo en el coco que, particularmente, nos encanta.


Tras Una especie en extinción (los chirigoteros), Manolo Santander vuelve a encargarse de la música pero ficha a un compañero para las letras con el que, dijo en varias entrevistas, tenía buena conexión y se repartían muy bien el trabajo. Sánchez Reyes fue coautor, por ejemplo, de este maravilloso segundo premio como son Los de Cádiz Norte (uh, ah, uh, ah).


Los brujos Titi se quedó fuera de la final pero no ocurrió lo mismo con La maldición de la lapa negra, un primer premio muy ajustado con el respecto al segundo pero que, con el público gaditano a su favor, encumbró al viñero a los mismos altares de la modalidad porque, tristemente, esta iba a ser su última chirigota, su último pasodoble, su última vez en cantarle a Cádiz y a la Caleta. ¡Ay, qué año aquel tan terrible!



Aquí termina el repaso a las agrupaciones de este viñero por excelencia, luchador, reivindicativo, no solo de la Caleta y de Cádiz, también de sus trabajadores y trabajadoras, de las mujeres carnavaleras, crítico con el sistema imperante que intentan ahogar al pobre. Por eso, las coplas de Manolo Santander siempre van a ser escuchadas, porque nos tocan dos fibras: la de la valentía y la de la mar salada, y eso es muy difícil que alguien venga a robarlo.

2 comentarios:

Toni dijo...

Un par de preguntas tirando de memoria, que no es lo mío:
-Silva no salía en la de los bichos?
-Carlitos Pérez no salía en la del submarino amarillo?

Bermauntier dijo...

A ambas preguntas, la respuesta es sí. Se nos traspapelaron las incorporaciones.
Gracias, Toni.