miércoles, 29 de enero de 2020

COAC 2020: Preliminares - 28 de enero

Carnavalitas, carnavalienses: la semana comienza a remontar en calidad con respecto a lo visto en el fin de semana en el Concurso. Con muchas coplas por Cádiz y para Cádiz ¡y con un premio Goya en el palco de Onda Kichi! Don Javier, a sus pies siempre.  No sabemos si les convenció la noche, a nosotros, lo que nos pareció, se lo contamos ya:

Ventolero desde el gallinero -.


Abrió la noche un grupo de ladrones chirigoteros de papelillos y serpentinas que arrancaron de reguleras maneras (que malamente sonó ese final de presentación, picha) pero oigan, no todo parecía estar perdido tras los pasodobles.  El segundo a los comentarios de los hosteleros gaditanos, borde y al cuello, por más que no canten bien, es de gran categoría.  Pero en los cuplés volvieron a descarrilar y el popurrí confirmó las peores sensaciones: desde un enano que salió por la cara y que dejó al respetable frío como el hielo, hasta un momento con un dron, que parecía que sí pero que definitivamente fue que no. Nada, teatrillo al final, vídeoproyección y para su casa. Alabarle la poca vergüenza pero poco más. Cuando se levantan cortinas y se escucha un coro como La Colonial, ¿qué más puede decir uno, Momo mío? ¡Que esto vuelve a oler a primero! Impresionante puesta en escena y despliegue de voces al mismo nivel del pasado Concurso. Letras reivindicativas y para la tierra desde el principio hasta el final, precedidos de una farseta en los tangos que es para matarse bien matado y volver del patio de las malvas para escucharla una vez más. Cumplés simpaticotes, sin más y un estribillo que es gloria bendita. Gran popurrí -esa cuarteta final, aih mai que monería- donde dan babuchasos y cariños por igual. ¡Queremos más! El Sheriff y su gente han vuelto a por todas, sin contemplaciones: marcando un ritmo con una fuerza impresionante desde la presentación (y el primer punto, al primero del año pasado), con buenos golpes valiéndose de gracia y atrezzo. Bien traídos, como bien traídos estuvieron los pasodobles, primero a su regreso a las tablas y segundo a la Petróleo de Cádiz, por supuesto. ¡Ole Los niños de la Petróleo! Gran primer cuplé a los problemas de aparcamiento, más borde el segundo sobre los juguetes sexuales y un estribillo que el respetable ya cantaba en su segunda vuelta. Popurrí repleto de buenos golpes y una cuarteta final que suena de categoría y que nos deja nuevamente con ganas de más en la noche del martes. Qué alegría sentirlos así de bien. A continuación vino El sueño gaditano con muchas ilusión por cumplir el suyo desde Chiclana. El tema es que cuando tiraban por arribita alguno de los componentes empañaba al resto haciendo que la comparsa perdiese enteros.  El repertorio tampoco era ninguna locura y ya teníamos cuadrado el círculo. Otra vez será. La comparsa de Jona cerró la sesión en la noche de su regreso con un repertorio muy bien afinado y con un repertorio convencido y asentado.  Destacaron en la tanda de pasodobles, tanto por su música como por su contenido: maravillosa forma de escribirle a su regreso a la autoría y marcha de la comparsa de Ángel Subiela, y a su amistad con Manolo Santander hijo.  Muy, muy bonito. Cuplés cortitos y buen estribillo. El popurrí tiene cuartetas más redondas con otras que pueden hacerlo largo, pero que rematan gloria bendita en su último tramo de estos Los Aislados. Lucharan por todo si quieren.

· Dió Picha:
Se levanta el telón y aparece lo prometido: los grandes Lebowskis de Cádi, el señor para los COACnavaleros, borde, irreverente, descreido de si mismo y de todos los que hacen negocio de él a día de hoy.  El ingenio y el borderío está presente en todo el repertorio/dogma de estos chirigoteros. Así se presentaron y así cantaron un primer pasodoble sobre esta dualidad divina que contienen, que es la propia de los gaditanos. El segundo de babuchaso a los cristianos contemporáneos. Cuplés simpático-hirientes de malage, y un estribillo cortante al final: eso es la ira divina.  El popurrí retoma la carga de la presentación y contiene cuartetas más divertidas con otras basadas en la mala baba. Buena chirigota que se repone de la perdida de su autor y que asume que sí, nada será lo mismo, pero eso no resta que se puedan seguir haciendo repertorios incisivos y con poca vergüenza.

"¡Dame tono!":    de 5

· Aquí no hace frío, hace humedad:
El cuarteto de nuestros paisanos volvió al Falla con un tipo de esquimales que hablaban desde el principio de pasos de Semana Santa inuk. Pues yo que sé. Por más que soltaban repertorio el respetable no picaba, ni cambiando de tercio y tirando por el COACnaval. Aún así les aplaudieron y les rieron aquellos golpes menos desubicados, por entrar en calor o por ver si iba la cosa para arriba. Y no iba, y el gallinero empezaba a guirrarse de ellos... y pasaron los cuplés. El popurrí iba cuesta abajo sin frenos cuando, por sorpresa para el respetable que ardía por pegar fuego a alguien y de los propios cuarteteros, el figurante empezó a bailar y se ganó al Teatro Falla. Él sólo, sin hablar todo lo que habían hablado los protagonistas. Quizás sencillamente era el salvavidas con el que contaban por si la gente empezaba a insultar. Les funcionó.: salieron vivos y con la gente como loca con el muñeco. Y mucho age que derrocharon en el post de la radio. Y por eso se llevan:
"¡Dame tono!": de 5

¿Y el miércoles? ¿Y en la décima sesión del Concurso? Pues yo se los digo aunque ustedes ya lo saben: ¡llega el Bizcocho y su trupe!  Esperemos que muchas cosas más, por supuesto.  Crucemos dedos.

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