sábado, 3 de noviembre de 2018

Especial "Cincuenta sombras de Tino". Capítulo IV

Nos situamos: 2009, Voces ha sido una gran comparsa pero vuelve a quedarse fuera del podio. El vitalismo y el exceso de voces, así como un repertorio de pasodobles que queda para el recuerdo del buen aficionado, no bastan a un jurado que desde La República Gaditana no la ve entre las favoritas. Tino Tovar quiere un cambio, posiblemente, el cambio más grande no ya para sus letras de cara al respetable, sino para su creatividad de puertas para adentro.

Pienso que el recorrido de sus últimos nueve años está marcado precisamente por esa libertad creativa de cara a los tipos y las propias ideas que planta sobre las tablas del Falla.  Hay que pensar que tras una primera etapa donde lo añejo y lo sencillo determinaban incluso la manera de lucir, saltó a una segunda donde el director de directores, como tod@s sabemos, proponía ideas, tipos y desarrollos.

2010* es Volver a empezar. Nadie obvió que aquel grupo que cantaba en el Gran Teatro Falla no era el grupo de los últimos seis años (un grupo mutante a su vez como pudieron comprobar en el anterior post). Pero sobre todo, tras aquella presentación, todo el mundo del COAC-naval presenció como Tino venía a otra cosa: a contar su historia, a situar su mensaje por encima de todo lo que fuéramos a presenciar.  Javi Otero aceptó la gran responsabilidad de dirigir al nuevo grupo de la etapa de Tino Tovar Verdejo -un grupo de transición como descubriríamos un año después. Y por muy extravagante que pareciera la propuesta a más de uno, el oído se hizo, Martínez Ares se quedó "herido" en el palco y disfrutamos de ella hasta semifinales. Casi ná.

(*) Un reinicio que acompañó con la música para la comparsa Los Fenómenos, el coro El patio de mi casa y la chirigota Los que siempre te dan la espalda.

¿Se imaginan que el Real Madrid ficha a casi todo el Atlético de Madrid para el año que viene? Quizás esta comparativa no guste mucho, pero con una cara parecida se tuvo que quedar Luis Rivero cuando a mediados de 2010 descubrió como su grupo se mudaba de local casi al completo. Porque Tino, con aquel "déjame comenzar de nuevo" nos lo explicaba muy sencillo: vengo a por todo y no como esperas. Y aquel grupo, y aquel grupo, querían y esperaban más. ¿O alguien esperaba Juana la loca? Aquella comparsa de cabaret, de gusto, de compromiso, de sensibilidad, de rabia... primer premio, primer puñetazo del mejor autor de la última década y el público como loco con un repertorio para la historia.

¡Y primer premio con Ricas y Maduras junto a Antonio Pedro Serrano! ¡Cogerlo ahí!


Ciudadano Zero. Cambio infinito de registro, que no de estilo ni de ganas de seguir denunciando. Tino Tovar imperial con otra puesta en escena que dejaba a la gente con cara de qué me estás contando picha. Inicio de la presentación recitando las normas que nos situaban en el tipo. Lo que ustedes quieran, también. Tercer premio y el grupo entregado a cada idea, reventando el Falla. No, a estas alturas no voy a hablarles de los pasodobles. Espero que los estén escuchando en cada vídeo y ya. Sobre obras de arte, como el primero que cantaron en aquella Final de 2012. No lo acompañó en aquella final la música que hizo para la chirigota del Canijo ese año: Mejó no salgo se quedó en semifinales.

El autor quería más, quería seguir asomándose al precipicio. Quería riesgo año tras año. La comparsa en 2013 se ponía en escena con un diálogo entre dos viejitos -¿serían Antonia y Manolo?- y mostrando al respetable unos marcianos sacados de Planet 51 y música indie española traída a las coplas gaditanas. Un mensaje de amor que a día de hoy me salta las lágrimas ya ven, tan sólo por ser de Puerta Tierra p'acá. Una obra maestra de Tino, incomprendida por tod@s (nadie se salvó en aquellas preliminares de preguntarse qué estaba pasando) y que a día de hoy reivindicamos como injusticia su ausencia en la final. El autor ya lo decía en el título, Lo siento picha no todo el mundo puede ser... como Tino. La misma suerte se llevó Contigo aprendí, cuya autoría musical volvía a realizar.


Como si fuera aquel José Monje diciéndole a su productor tras La Leyenda del tiempo "...el próximo disco de guitarrita y palmas...", Tino hizo caso y lo vomitó en la presentación La canción de Cádiz. Hugo León ganó presencia en el repetorio y el resultado final lo notó. La pluma, de dulce como siempre, con el Carnaval por bandera y el jurado se rindió: otro primer premio.

Su música ese año además llego a dos chirigotas: Los rebañaos y Las divinas de la muerte.

2015 (hace tres añitos, ¡aih que esto se acaba!) y Tino insiste en repetir por Cádiz: Los gadiritas venían con un segundo primer premio y unos primeros compases a medio camino entre Volver empezar y la fuerza de su comparsa anterior. Quizás las zonas comunes hicieron que todos se acomodaran, hasta el jurado. ¿Aunque cómo no hacerlo con ese pasodoble?

Ese año fue el último que acompañó con sus melodías a Antonio Pedro en aquella fallida chirigota Los clásicos del teatro.

Tino volvía a estar inquieto en su sillón, la pluma le pedía locura y originalidad. Se ve que aquellos zombies fenicios le supieron a poco así que... ¿por qué no plantear un sátiro chamán ente creador de todo lo que conocemos? Pues tal cual, El Creador nos advertía que tal vez no entendiésemos nada desde su presentación. ¿Y? Pelotazo juguetón y risueño y nuevo segundo premio.

Y no, tampoco faltó a su cita con la chirigota y acompañó en el proyecto fallido del regreso de Manolín Gálvez que fue Nos junta Andalucía.


En 2017 no colaboró con nadie. Tino tenía otra idea, una idea que combinara riesgo y gaditanismo. Dijo en una entrevista que se había equivocado. Que desde el primer momento sobre las tablas notó que no cuajó. Que el grupo pidió meterse menos en el rol y estar más sueltos, más naturales... pues lo siento picha, pero no todo el mundo puede ser Tino. El ángel de Cádiz vuelve ser un tipo que no supimos comprender en su esencia, la idea original de un artista que vuelca su alma en replicar la esencia de su pueblo. 

Por eso les traigo la actuación de preliminares y no otra. Porque Tino merece que su obra se disfrute tal y como la concibió: porque el arte está para gustar y para disgustar, pero sobre todo, para llevarnos a donde uno quiere, donde no pensaríamos estar. El pregón del inicio de la presentación es Cádiz y todos los que se dan golpes de pecho por ella debieron así entenderlo.


Pero se nos acabó. Este pasado COAC Tino le daba su música al coro de Procopio. Un guiño a la categoría señera. Pero era Tic-tac, tic-tac el que revelaba la triste sorpresa, al final de su popurrí. Comenzaba la despedida y el llanto de aficionados y componentes sobre las tablas.  Una preciosidad con las formas y tempos con la marca de la casa, donde se nos desvelaba segundo a segundo lo que estaba pasando. Tino Tovar Verdejo se marchaba: "...necesito que el tiempo se calle... se canse...".

Sí Tino, a nosotros nos gusta que nos cantes Carnaval en Carnaval. Aquí termina nuestro recorrido. En nuestro rincón ya saben que somos lo que leen, dos apasionados de esto y nos hace muy felices c@ntarlo a los cuatro vientos. Y si ustedes por casualidad lo descubrieron y les saca igualmente una sonrisa, pues ya saben que siempre que vuelvan se encontrarán en su casa. Tino, gracias por tu valentía y por regalarnos lo que otros no se atrevieron, disfruta de tu merecido descanso y te esperamos ella para cuando te apetezca.

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