martes, 4 de abril de 2017

Entrevista a Fran Quintana (1/2)

 
Esta semana sale publicada una de las entrevistas que más nos ha gustado hacer por su simpatía y disponibilidad a nuestra petición. Como ven por el título de este post y por la foto que la enmarca, el entrevistado no es otro que Fran Quintana, autor que lleva una de las filosofías carnavalescas que más nos gusta: el disfrute, la sencillez, la alegría y la juventud como método de disfrute en esta fiesta que tanto nos encanta. Fue por ello por lo que le pedimos entrevista a un hombre que escribió a un grupo inmenso y que ahora se dedica a trabajar con chavales recién subidos de la cantera en una dae las comparsas que más hemos tenido en cuenta en este último año porque hemos conectado tremendamente con su estilo.

1/ Comparsa fresca y alegre de nuevo la que nos trajo al Falla, ¿ya está bien de penas y tristezas aunque sea una comparsa?
Sí, bueno, la comparsa es quizás junto al coro la modalidad en la que caben todas las emociones, entre ellas la tristeza, pero esto no debe suponer que la alegría no tenga lugar. Para mí, una agrupación de carnaval no debería renunciar a la alegría, sea chirigota, comparsa, cuarteto o coro. Es mi forma de entender esto. Mi comparsa es fresca y alegre porque así me gustan a mí las comparsas, sin desmerecer otros estilos, por supuesto.

2/ Frente a los grupos de voces potentes, por definirlas de alguna forma, su comparsa es defensora del "no chillar, que Cádiz no está sorda". Sin embargo, tras un tiempo en que parecía regresar esta tendencia, han vuelto definitivamente los grupos que explotan sus mejores voces, ¿qué opina usted?
Hay de todo. La modalidad está en un estado de gracia, con un número importante de comparsas de excelente calidad. Actualmente conviven todos los estilos, y todos reciben amplia aceptación del público. Si bien hay un gusto por destacar las voces individuales, también compruebo con alegría que grupos como el de Juan Carlos Aragón, desde hace un par de años, hace una apuesta por la afinación de conjunto, rehuyendo de estridencias, logrando una calidad de sonido excepcional a bajos decibelios.

3/ Con el grupo de chavales lleva tres años -los que está junto a ellos- pisando cuartos, algo que no es moco de pavo. ¿Cómo lo vivieron ellos el primer año? ¿Y este tercero, ya con dos concursos de experiencia a sus espaldas?
No, ¡no es moco de pavo! Esta comparsa sale de la nada, con un autor que no estaba en su mejor momento, y con chavales muy jóvenes y totalmente desconocidos. El logro de conseguir tres años consecutivos el pase de fase indica que lo que estamos haciendo no es producto de la casualidad. El primer año el objetivo era plantar una comparsa en el Falla que fuera agradable, que entrara bien por el oído, y empezara a sentar las bases de un proyecto a mayor plazo. El pasar a cuartos se vivió como una fiesta, porque si bien considero que era merecido, no era un objetivo contemplado en principio. Al año siguiente, el Capitán Babucha supuso un salto de calidad importante, con una comparsa que sí tenía como objetivo asegurar el primer pase, y se consiguió. Este tercer año, con lo que entiendo que es el año de asentamiento, y viendo la aceptación de público y crítica, asistimos al pase con mayor confianza pero con muchos nervios aún.

4/ Usted que es un autor con currículum, ¿cómo vuelve a coger un grupo tan joven y tan desconocido? ¿Qué razones le motivan a ello?
Los que me conocen saben que esto era algo que yo he tenido en mente siempre. La gente joven está llena de vida, de ilusiones, de sueños… da gusto hacer carnaval así, aunque tenga sus aspectos negativos, por supuesto. Mi sueño era arrancar con un grupo nuevo, que aún no esté viciado, que no esté envenenado, y moldearlo a mi forma año tras año. Es relativamente fácil para las grandes comparsas redondear sus grupos a golpe de fichaje, pero esto es más bonito. Hacer crecer a un grupo desde cero, y trabajarlo para hacer el carnaval que me gusta, la comparsa que me gusta… sin plantearnos techos ni aspiraciones concretas. Es muy bonito. Cualquiera puede hacerlo, pero exige renunciar a “glorias” inmediatas, y pringarse muchísimo.

5/ Ha sido usted muy duro con Antonio Burgos, ¿hacían falta más pasodobles con este tema a personaje sevillano tan ilustre en Cádiz?
No siento que haya sido duro. He dedicado una letra crítica pero quizás algo suave para lo que realmente siento. Yo pensaba que habría más letras durante el concurso, la sorpresa es que tan solo Germán Rendón y yo las hemos sacado. Por un momento en el grupo incluso llegamos a pensar que estrenaríamos el tema, pero Germán se me adelantó, con un pasodoble de la misma temática, pero enfoque distinto. En general, me parece que el recurso a escribir letras al propio carnaval (algo que hacemos todos en mayor o menor medida) denota la falta de interés por poner el dedo en la llaga de los temas candentes, y esta es una tendencia que me preocupa bastante como autor y aficionado.

6/ Compartió autoría con Pepe Martínez en Los tristealegres y en Los enviados, ¿cómo es trabajar con un ídolo musical de esa envergadura?
Pues un gustazo tremendo. Tengo relación casi familiar con José Martínez desde niño, y preparar comparsas junto a él era algo inimaginable para mí. José es una persona especial como pocas hay en el carnaval. De su talento para la música no hace falta decir nada, y de su calidad como persona no me cansaré de hablar. Tras esos dos años lo intentamos juntos un par de años más, creo, hasta que viendo que no cuajábamos ningún proyecto, le propuse que siguiera él con grupos grandes que yo me buscaría la manera de trabajar con jóvenes, algo que finalmente he conseguido.

Finaliza de esta manera la primera parte de nuestra entrevista número cincuenta que no puede estar mejor para la conmemoración de este número tan de oro. El sábado queda más cosas que leer así es que no se la pierdan que luego lo mismo no podrán dormir.

No hay comentarios: