miércoles, 1 de octubre de 2014

La comparsa-empresa

Vengo desde hace unos días dándole vueltas a una entrevista de los hermanos Carapapas que ustedes supongo que habrán leído (para quien lo haya hecho, aquí el enlace) y que ha hecho que mis niveles de indignación suban a niveles insospechados, casi inaguantables. Tanto que volvíamos con nuestra rutina este sábado y aquí me tienen a mitad de semana escribiendo sobre esto.
Creo que se ha perdido el norte en el momento en que naturalizamos que unos componentes cobren más que otros, de hecho ese es el titular de una entrevista. Antonio Martín, dicen los mentideros, mandó al carajo a Arturito de Barbate por pedir dos partes de lo que se fuera a cobrar en la comparsa de 2015 que finalmente no saldrá. Entonces, ¿es natural que uno cobre más que otro? Miren, yo puedo entender que Bruce Springteen cobre más que el bajo de su banda o que el batería, al igual que entiendo que Tino Tovar se lleve una parte más de la que se lleva el componente porque él ellos son los verdaderos reclamos, pero, ¿en serio el aficionado es tan lerdo que va a ver al Pellejo cantar y no a escuchar las coplas de los Carapapas? Si es así, mierda para el aficionado.
Recuerdo la primera vez que vi a Subiela, lo esperé para hacerme una foto con él a la bajada del escenario. Él me vio tan pequeño y tan pálido que me dijo: Pichita, que no pasa ná. Que yo soy un hombre normá. Eso lo tomé siempre a rajatabla y que ahora todo esto se haya ido de las manos... No confundamos lo que a mi me pasó en ese momento, que era admiración pura y dura a un señor que ves en la tele cada año y que te hace flipar, con lo que pasa ahora en la que ya no hay aficionados, hay verdaderos cafres de los gorgoritos. Entonces como yo sé que cierto octavilla va a reportarme equis beneficios y él también es consciente de ello, yo le voy a prometer que él va a cobrar más que el segunda que va detrás dando empaque a una comparsa que sin él no sonaría a nada. Entonces ya no admiramos a personas normales, ya seguimos a personas que no solo son empleados sino que además se creen dioses. Y que nadie me niegue esto, porque la chulería de alguno ya ha pasado a ser vomitiva.

El concepto de la comparsa-empresa la crea Martínez Ares cuando Los Piratas ganan más de lo esperado y Hacienda les mete mano: por eso crea la tienda de discos y creo que se constituyen como asociación. Si no fuera así, seguramente los componentes estarían asegurados.
Esto es lo que dice el Carapapa cuando en la entrevista se refiere a este concepto: los trabajadores me tienen que rendir, porque yo tengo que tener unos beneficios para luego repartir como buenamente la empresa tenga acordado. Entonces les doy de alta y me constituyo en empresa de espectáculos, pago todos los impuestos que tenga que pagar y, además, si alguno no me interesa puedo echarlo del trabajo. Vamos, lo que ocurrió con Mariano, al que largaron porque, cuentan los mentideros, "ya no tenía el mismo tirón". Entonces, señores Carapapas, si ustedes se han tirado en brazos del liberalismo económico yo cómo me creo ahora un pasodoble contra el paro, contra Rajoy o contra los estragos de la Reforma Laboral, si ustedes, según los mentideros, ya han sido partícipes de despidos improcedentes, por llamarlos de alguna manera.
Aragón siempre ha sido el más inteligente para este tipo de cosas: le ha habrá salido rentable la empresa pero ha visto que hay un tiempo en el que el año pasado cantaban y este año no. Se han cancelado infinidad de festivales y para colmo todos exigen más dinero. Pues a tomar por culo la bicicleta: vuelvo al COAC, respeto las fechas y el año que viene me lo vuelvo a llevar calentito, eso sí, intentando que mi comparsa no esté tan quemada. Porque, oigan, no es lo mismo cantar todos los fines de semana desde enero que hacerlo desde marzo. Hay dos meses de diferencia en los que se ingresa el contrato con las televisiones y no se expones tanto a la agrupación.

Lo repito: considero que se ha perdido el norte ya, no se puede ir a peor ni se puede ser más mercantilista. Yo, que soy un aficionado como otro cualquiera, ya me niego a ver Pequeñas Bandas o Sietedenoséquién. Ya me he cansado de ese tipo de cosas y no estoy dispuesto a hacerlo. Ahora también, creo, me voy a negar a ver más cosas porque se nos está yendo la pinza. ¿Comparsa-empresa? ¿De verdad?
Bueno, pues esta es mi biliosa opinión que sale del pecho de un aficionado que considera que dos de los autores que más ha seguido, admirado incluso, ya se están agarrando a cosas muy extrañas Cada uno, eso sí, es muy libre de hacer lo que le apetezca pero no me parece razonable. Menos razonable me parece que algunos componentes de ese grupo, o de esos grupos, no sé, permitan ser ninguneados de esa manera por el hecho de salir en carnaval. Ellos sabrán también.

Terminamos el post de hoy con una interesante entrevista al grandísmo Libi que con mirada certera y lengua dichosa, habla sobre esto mismo que nosotros hemos hablamos. Fue en el programa Carnaval y Punto. De todos modos, la entrevista no tiene desperdicio:


El 4 de octubre, además, Los 7 de los Carapapas vienen a una discoteca de Córdoba a presentar su espectáculo que, parece ser, ha tirado más por la rama pop que por la carnavalesca. Si alguno de ustedes, queridos lectores, va a asistir y le apetece enviarnos una reseña de la actuación a nuestros correo electrónico que pueden ver a la derecha de sus pantallas, nosotros estamos aquí para recibirlo y, por qué no, publicarlo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero pasará igual que con la realidad: si una comparsa/empresa no triunfa porque su 'dueño' es un zoquete, irán a la calle los componentes/trabajadores y el 'dueño' seguirá sin ver sus fallos y que, a lo mejor, es él el que no vale.

Roberto

Kronos dijo...

Poco a poco el carnaval se va pareciendo más al fútbol, donde antes apenas se cobraba y ahora se apalancan cantidades industriales, donde antes un componente era igual al otro y ahora tenemos a Zidanes y Pavones. Lástima....