Este post ha de comenzarse como todos los post que tratan sobre un bloggero en concreto: "El blog es un invento del diablo o del demonio, en el cuál uno puede exponer sus convicciones y conveniencias, con el derecho imperativo que uno mismo se otorga de poder expresarse sin censuras externas y creyéndose por momentos en el poseedor de la verdad absoluta".
Dicho esto, es desconcertantemente divertido razonar que el blog es por tanto, el enemigo perfecto del carnaval, ya que la fiesta de la libertad en los últimos tiempos está siendo criticada, desde dentro por los mismos autores, por ser esa misma libertad la que está viniendo acompañada por la falta de respeto. O lo que es lo mismo, lo que es la posibilidad de expresarse libremente, si no viene acompañada por unas maneras y formas, pasa de ser libertad a lo que podríamos denominar como una dictadura modera de opinión, ya que las espantadas de unos y otros en muchas ocasiones suelen venir acompañadas por las alabanzas de un grupo de palmeros, bien sea por compatibilidad ideológica, lo cuál es grave, como por lo que me gusta denominar como el fanatismo ilustrado, lo cuál es mucho peor.
El caso que más me ha sorprendido, ha sido el del autor de "De la barra al ambigú", José Luis Bustelo.
El conocido autor de Carnaval, nuestro segundo autor entrevistado en la ya prolífica serie de entrevistas que tenemos en este blog, comentó en su momento en nuestra propia entrevista: "Sin embargo hay quienes no saben usarlo y lo tienen como su “Salsa Rosa” que les entretiene muy tontamente".
Bien es verdad que José Luis postea muy de vez en cuando y no podría por eso tachársele de que se entretiene con él, pues como digo, no se ve en el una reiterada actividad, y por tanto desaparece eso que podríamos denominar "entretenimiento diario" que se da lugar en otros blogs, foros, etc.
Ahora bien, ya digo que me parece incomprensible que un hombre, que siempre ha demostrado grandes convicciones, pero también una sensibilidad y gusto a la hora de tratar los temas, genere una serie de post donde se refleja una serie de ataques indiscriminados, indirectos en la mayoría de los casos por la ausencia de nombre concretos, pero concretísimos para el que conozca un poco la fiesta y siga la actualidad de la fiesta por vía Internet, y que perfectamente lo podrían convertir en un contertulio de los citados programas del corazón, por lo agrio y personal de los mismos.
Todo esto, como he dicho en el comienzo, está escudado en la libertad del blog, y en el eterno "es mi opinión, la puedes leer o irte". Y es ahí dónde José Luis le da el segundo giro a la tuerca, y eso de "el aquí habla y lee el que quiere" se convierte en un donde dije digo, digo Diego: cualquier visitante se ha podido encontrar que el autor del blog ha tenido una serie de idas y venidas a la hora de privatizar y desprivatizar el blog que a un servidor lo dejaron ciertamente desilusionado, o como he leído recientemente en uno de sus comentarios, hacer esto con post en concreto. Y es que entiendo que encontrar un portero de discoteca en un blog es lo más alejado de lo concebido como libertad.
Es así pues, que finalizo el post con la penosa conclusión de saber que no es tanta la libertad la existente, por mucho que unos y otros podamos presumir de ella, ya que cuándo las formas no acompañan al fin, y se amedrenta con la falta de razonamiento, y se potencia con el "aquí estoy yo y aquí mis galones", reitero que no es más que la imposición de una opinión y al final se es tanto o más que el criticado o criticable.
Un saludo para todos, y para José Luis sólo esperar que algún día todo esta historia que deja escrita sea un borrón, y no las tristes memorias de un autor de carnaval que parece insistir en tener en el punto de mira a una serie de congéneres. "Agua que no has de beber, déjala correr...".
Dicho esto, es desconcertantemente divertido razonar que el blog es por tanto, el enemigo perfecto del carnaval, ya que la fiesta de la libertad en los últimos tiempos está siendo criticada, desde dentro por los mismos autores, por ser esa misma libertad la que está viniendo acompañada por la falta de respeto. O lo que es lo mismo, lo que es la posibilidad de expresarse libremente, si no viene acompañada por unas maneras y formas, pasa de ser libertad a lo que podríamos denominar como una dictadura modera de opinión, ya que las espantadas de unos y otros en muchas ocasiones suelen venir acompañadas por las alabanzas de un grupo de palmeros, bien sea por compatibilidad ideológica, lo cuál es grave, como por lo que me gusta denominar como el fanatismo ilustrado, lo cuál es mucho peor.
El caso que más me ha sorprendido, ha sido el del autor de "De la barra al ambigú", José Luis Bustelo.
El conocido autor de Carnaval, nuestro segundo autor entrevistado en la ya prolífica serie de entrevistas que tenemos en este blog, comentó en su momento en nuestra propia entrevista: "Sin embargo hay quienes no saben usarlo y lo tienen como su “Salsa Rosa” que les entretiene muy tontamente".
Bien es verdad que José Luis postea muy de vez en cuando y no podría por eso tachársele de que se entretiene con él, pues como digo, no se ve en el una reiterada actividad, y por tanto desaparece eso que podríamos denominar "entretenimiento diario" que se da lugar en otros blogs, foros, etc.
Ahora bien, ya digo que me parece incomprensible que un hombre, que siempre ha demostrado grandes convicciones, pero también una sensibilidad y gusto a la hora de tratar los temas, genere una serie de post donde se refleja una serie de ataques indiscriminados, indirectos en la mayoría de los casos por la ausencia de nombre concretos, pero concretísimos para el que conozca un poco la fiesta y siga la actualidad de la fiesta por vía Internet, y que perfectamente lo podrían convertir en un contertulio de los citados programas del corazón, por lo agrio y personal de los mismos.
Todo esto, como he dicho en el comienzo, está escudado en la libertad del blog, y en el eterno "es mi opinión, la puedes leer o irte". Y es ahí dónde José Luis le da el segundo giro a la tuerca, y eso de "el aquí habla y lee el que quiere" se convierte en un donde dije digo, digo Diego: cualquier visitante se ha podido encontrar que el autor del blog ha tenido una serie de idas y venidas a la hora de privatizar y desprivatizar el blog que a un servidor lo dejaron ciertamente desilusionado, o como he leído recientemente en uno de sus comentarios, hacer esto con post en concreto. Y es que entiendo que encontrar un portero de discoteca en un blog es lo más alejado de lo concebido como libertad.
Es así pues, que finalizo el post con la penosa conclusión de saber que no es tanta la libertad la existente, por mucho que unos y otros podamos presumir de ella, ya que cuándo las formas no acompañan al fin, y se amedrenta con la falta de razonamiento, y se potencia con el "aquí estoy yo y aquí mis galones", reitero que no es más que la imposición de una opinión y al final se es tanto o más que el criticado o criticable.
Un saludo para todos, y para José Luis sólo esperar que algún día todo esta historia que deja escrita sea un borrón, y no las tristes memorias de un autor de carnaval que parece insistir en tener en el punto de mira a una serie de congéneres. "Agua que no has de beber, déjala correr...".
1 comentario:
a mi tb me han desilusinado mucho esas idas y venidas en el blog del señor bustelo, me gusta leerlo pero ultimamente me tiene desconcertado
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