Son comunes las voces discordantes que atacan con fiereza todo lo que tiene que ver con la organización del COAC, pero son las mismas las que hacen propuestas, prácticamente cada año, para continuar evolucionando un formato que se dice estancado pero que, en nuestra opinión, está más vivo que nunca.
Reconozcamos que las preliminares de este año, tan largas como extenuantes, han dejado por el camino un rastro de personas con heridas por esas tres semanas de "qué guapo", "ni fu ni fa" o "a su casa", pero, claro, la Asociación de Comparsistas pretende sacar a todos los grupos del Falla que no hayan pasado a cuartos, dando un tiempo de quince minutos para exponer el repertorio exceptuando el popurrí, ante un jurado especializado (como el de todos los años) formado por representantes de las asociaciones pero a partir de noviembre, siendo estas sesiones en el Palacio de Congreso con el fin de reducir las agrupaciones que vayan al teatro en unas hipotéticas sesiones de octavos. O sea que adiós a la preliminares y bienvenidos al concurso más eterno de la historia porque, por supuesto, estaríamos dispuesto a verlo y a dar nuestra opinión sobre lo que acontece.
Desde luego, esta es una de las medidas más polémicas que se proponen, pero no solo por el tiempo sino porque tampoco se permitiría forillo (no me queda claro si disfraz) y porque, parece, que las agrupaciones de fuera y las propias empiezan a molestar, quizás en base a su calidad, pero también por cuestiones propias, intrínsecas, que no logramos entender. Habrá que poner otras cuestiones, más allá de lo meramente carnavalesco, a favor de que se mantengan unas preliminares que no solo dan dinero en derechos de imagen a grupos de menor nivel, sino que permite que diferentes peñas (o locales que no abren en todo el año, solo en fechas de concurso) tengan visitantes que consumen. No solo en este sentido, también en el de las empresas de artesanos, de Cádiz y provincia, pues cada vez son más las agrupaciones que decidan que sean estas las que realicen sus atrezzos y disfraces. Economía, al fin y al cabo, que ayuda a la ciudad.
Sí, casi 200 grupos pueden ser algo insoportable para un concurso que parece que va más allá de eso, pero existen y merecen un respeto. Y una ayuda, ¿por qué no? Parece que diversos adalides de la libertad pretenden coartarla en este sentido, demostrando lo terrible que puede llegar a ser tener poner. Sí, hay agrupaciones para tirarlas, pero también hay maravillas que se quedan en preliminares y no entre las cinco primeras.
Estos octavos de final estarían compuestos también por un número definido de agrupaciones, al igual que en el resto de fases. Seguramente se reducirían de las cien y no pasarían de sesenta agrupaciones. ¿Cuánta sería la duración de esta fase? Pues no lo sé.
Proponen también modificar la final para que vuelva a ser de tres, igual que los días de la última fase clasificatoria. Esto parece más lógico, pero me planteo que viendo el nivel no me sobra ninguna agrupación de semifinales, tampoco ninguna finalista del COAC 2019, aunque bien es verdad que muchos autores, en las entrevistas posteriores a sus agrupaciones, abogaban por una final de oro, plata y bronce.
Seguramente, no serán las últimas propuestas que veremos a lo largo de este tiempo entre COAC y COAC, pero no me extrañaría que hubiera claras decisiones sobre las preliminares que, parece, es lo que más afecta al ritmo del concurso. Bueno, es discutible.
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