domingo, 10 de mayo de 2009

¡Que me lo llevo oiga! (IX)

Este finde publico más tarde, por lo que el post será "tapado" antes por el siguiente, aunque sabiendo a quién les traemos el martes de entrevistado, me da tan igual que como si lo publicara cinco minutos antes y no lo leyeran...

Hoy les traigo una comparsa, que a muchos les sorprenderá que no sea mi favorita de este autor, también mi favorito como mil veces he dicho (y diré, amenazo) en este rincón. Nuestro antiguo colaborador ya la mentó brevemente en su momento, y hoy yo la saco a la palestra en su plenitud. Porque esta comparsa, que para mi no está en el podium de este autor, fue la que acercó a muchos a la comparsa, aunque no creo por eso que muchos, entre ellos el propio Antonio Martinez Ares, llamaron "llevar Disneylandia al Falla". Con ustedes, mi análisis de un gran primer premio: Los Piratas.


La presentación es una presentación directa y potente, no como la de Martín de este año porque en un principio es algo más lenta, pero si idónea para el tipo. Muchos momentos individuales, pero cuando se canta a coro en esta comparsa, se nota que está afinada hasta el último detalle. Lenta, acelera, golpea, afloja... y vuelve a subir para soltar un "¡temblar!" que es imitado y parodiado a partes iguales por los siglos de los siglos. Amén.


Pocos pasodobles tienen un ritmo tan pausadito, y sin embargo, gustan tanto. Quizás, porque Antonio y el Búho sabían que no necesitaban una música barroca ni estridente, ya que las letras de ese año en los pasodobles llegaron todas, fueron duras, fuertes, solidarias. De jartarte de llorar que es lo que me gusta a mi vaya.


El cuplé destacó este año por tener un ritmo cortante en sus versos, pero que llegó mucho debido a su gracia (por mucho que digan que los cuplés de Ares son un mojón, que no lo son, por lo menos los de este año no). El momento álgido aún así, es el estribillo. Ares consigue que la gente empieza a corear los estribillos de comparsa, y añade esa especie de teatralización que inunda la comparsa.


Aquí se encuentra la esencia de por qué engancha la comparsa. En el popurrit. El letrista sabe dividir la comparsa en dos partes, una primera muy escénica, fácil y masticada, divertida y rápida, llena de ritmo y de, otra vez, interpretación y teatro. La segunda, se serena, se pone seria y suena a una gran comparsa. A "la comparsa" podríamos decir. Su cuarteta final es posiblemente, esta sí, de las tres mejores que tiene Ares como culminaciones de sus repertorios.

Y vinieron rumbas, y villancicos, y mil imitaciones dentro de la propia categoría con cientos de piratas que nunca tendrían aquella calavera detrás, ni el arte ni nada... porque corsarios pasarán muchos, tanto por las tablas como por detrás de ellas. Pero piratas, ¿lo que son piratas? "...non plus ultra, no cabría en la bodega tanta riqueza, que pena que pena...". Los Piratas.

1 comentario:

Javi dijo...

Esta comparsa es muy grande, a mi me encanta, sobre todo la presentación. Y como malagueño que soy, he de decir que he oido este pasodoble cientos de veces y la carne de gallina y la lagrima saltá siguen estando ahi:

http://www.youtube.com/watch?v=Pyiq3zTE6Ec

Grande Ares, aunque estoy de acuerdo en que no es mi favorita. Como La ventolera nada de nada.

Saludos.