"Cuarentaicinco años cantando a Cai enamoraito,
cuarentaicinco años con sus te quieros y sus cariñitos.
Vino como bandolero y de ti se enamoró
y acude cada febrero pa dejarte su canción,
quizás un novio más, quizas tu trovador...
Yo sé que en el paraíso o en cualquier rincón,
sigue sonando aquel "babadabá" de Charlot,
igual que Simios, Israel, Raza mora, cantares los que canta dios,
dice si la bendice, que algo tendrá ese agua,
y de El Puerto a
Un señor comparsista, el director más grande, mi amigo y mi compañero,
permita nuestro maestro con respeto que al cantarle nos quitemos el sombrero.
Que sin él como se ve, ay la canción no suena igual,
sus dos brazos son los remos que nos hacen navegar.
Que este barco sin patrón es un barco de mentira,
y a ti nadie te retira, por ti nosotros damos la vida,
ay me cachis en la mar, ay me cachis en la mar..."
Cuándo un servidor conoció al gran hombre del que hoy les hablo, fue apenas 4 carnavales, fue tan estúpido el servidor del que les hablo que no prestó atención ni a este ni a su comparsa. Más como tantas veces pasa en la vida, con el paso de los meses, que luego parecen segundos, y uno se echa las manos a la cabeza por haber desechado la oportunidad de ver al gran director en la tierra de califas (cosa que hace menos de un mes enmendé yendo yo a Gades, que menos...) el cariño nace con la oportunidad de escuchar por primera vez su comparsa, que parece añeja aunque la gente joven abunde en la misma, creando una fusión exquisita.
Antonio Rico Segura, apodo de nacimiento tan humilde como su propia persona "[...]Lo de Pedro el Mahara viene por un borrico de mis tíos, mi familia decía que si nacía varón me llamaban perico como el borrico, pero a mi madre eso ni en broma, y me puso Antonio como a mi abuelo. El borrico está enterrado en el Cine moderno[...]". Ole. Antonio es un hombre, que según las lenguas antiguas, lleva en la fiesta de Don Carnal desde que el mundo gaditano es mundo, y como bien relata el pasodoble que preside este post, ha participado en las grandes comparsas de cada época.
Quizás este, "novicio mahara" que les habla, puede ser considerado en su templo un pagano, pero el cariño que le ha cogido a esta comparsa en cuatro años no se la he tenido a ninguna otra desde que se fue el maestro (casualidades de mi vida, un año se va Antonio, Martínez Ares, y al año siguiente, aparece Antonio, Rico Segura). Aún recuerdo los bellos de punta y los ojos "enreberbenaos" el día del pasodoble, como gritaba el teatro, y las emociones brotaban en cada butaca, mientras los que vivimos de Puertatierra p'acá lo escuchabamos como beatos aférrimos... Inolvidable.
Si pueden, dedíquenle algo de tiempo en los próximos carnavales, y a los que ya pasaron también, seguro les merecerá la pena.
"...y aquí me tienen hasta que dios me tenga aquí, con vosotros..."
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