Hay más coplillas: los cedés del 2009 (I)

Es una satisfacción para mí poder comentar los cedés de este año, los de 2009, los que tenemos en nuestro poder. Naturalmente no les voy a comentar todos hoy, que tengo que dejar algunos para el martes que viene pero esto más que un comentario es una reseña, algunas pinceladas para que se gasten el dinero en los cedés y que se los envíen, que tampoco pasa nada, que merece gastarse un dinerillo por más que estemos en crisis.

Hoy serán dos chirigotas y dos comparsas las que comente. Yo creo que cuatro disquitos está bastante bien, para qué voy a mentirles. La intención de mi amigo Manuel es que comentara menos pero como yo sé que esto al final se me queda corto y que no sabré muy bien enfocarlo pues tendré que meter alguna más.

Los comparsistas se la dan de artistas: la verdad es que estuve dudando con cuál empezar y, sinceramente, me ha costado comenzar por esta porque es la comparsa que más bajo ha quedado de todas las que tengo en mente comentar. Me parece un buen cedé que contiene geniales pasodobles made in Wanki pero unos cuplés que, en su mayoría, eliminaría si yo fuese el productor. Eso sí, no todos, que alguno sí que está bien.
Grabado en estudio, las pistas van pasando con un buenísimo sonido y con todas las voces que parece ecualizadas. No pasa nada, es un buen cedé que, además, tiene contenido no escuchado en el teatro (para desgracia del autor) y que me parece de lo mejorcito de este año: el primero de ellos, titulado Maldita fue la hora es un pasodoble dedicado a los sudamericanos que están en las Fuerzas Armadas, es decir, es lo mismo que Wanki nos ha contado muchas veces pero con una intersante vuelta de tuerca. El segundo, Siempre recordaré, es una historia social sobre un vagabundo, un cajero, el sujeto poético Wanki, una limpiadora y el director de un banco. Pasodoble de corte social que sí que merece la pena y que me demuestra, una vez más, que Wanki no es comunista, que es socialista, que es anarquista y que es, casi, de la kale borroka.

Los enteraos: cuanto más la escucho más me gusta. Sinceramente, tiene unos muy buenos pasodobles pero me sigue flojeando en los cuplés. La verdad es que el cedé no tiene nada nuevo pero es una alegría escuchar las risas de la gente del público que anima a que tú te rías.
Estoy pensando patentar un cedé que solo contenga risas para subirme el ánimo, quizás le metería alguna pista con aplausos de diferentes tipos y el grito de María la Yerbabuena.
Un cedé que, aunque sin nada nuevo, hace que te rías tela marinera que para eso está el carnaval. Eso sí, no se esperen el genial pasodoble de la final que no está incluído.

Voces: la comparsa de Tino es un comparsón de cojones. El que no lo quiera ver así entiende bastante poco de lo bueno que se hace en Cádiz. Efectivamente, no es una comparsa al uso, naturalmente no es Encajebolillos, los Currusquillos... o tantas otras agrupaciones señeras que sí que huelen a Cádiz desde el primer punteo. No, esta huele a África por los cuatro costados y sobre todo en el popurrit donde la música tiene toda ese aire al continente del sur.
Me confirmé a mi mismo la primera vez que lo escuché que es, posiblemente, la música de pasodobles que más me gusta este año, que ese contralto diciendo en el final del pasodoble a Bush lo de tu sentencia hijo de putaaaa me sigue poniendo y que se guardó un pasodoble por si pasaba a la final, un gran pasodoble titulado En África que llegó a ponerme los pelos de punta cada vez que lo escuché. También, recuerdo, tienes dos cuplecitos nuevos que no están mal.

Air con el carair, carair, carair, las líneas aéreas que tiene mi Cai: no, no puedo evitar cada vez que menciono la chirigota del Yuyu poner su nombre completo. Para mí es el mejor nombre del año y cada vez que lo leo, lo escribo o lo comento me harto de reír. Es algo superior a mí.
Con el cedé del Yuyu me ocurre como con el de Los Enteraos, que es una risa constante, más allá de todas las previsiones. Eso sí, el pasodoble titulado Hay mucha gente que me acusa me dejó tan frío como aquel año que con Los que vinieron de Leningrado le dio al Yuyu por cantar un pasodoble serio. Pues más o menos del estilo. Para que se hagan una idea les remito al pasodoble de la final del Selu donde, irónicamente, se dice que no debería haber pasodobles de cachondeo. Pues eso, el Yuyu dice que a ver si va a tener él culpa de que Zapatero no les haga caso en las coplas y que su intención es que la gente se lo pase bien y pare de pensar en los problemas que nos agobian. Olé por el Yuyu.
En definitiva, no se pueden perder el disco de Air con el carair... (voy a escribir la versión corta) porque pasarán un rato de lujo que te crujo, unos ratitos de risas que además, le harán descubrir algunas cositas que no nos cantaron en el teatro.

La semana que viene más cedés.