martes, 4 de enero de 2011

La ley antitabaco: el cigarrillo en el carnaval

Espero que su entrada de año haya sido buena, la mía, al menos, sí que lo ha sido. Lo fue el día 1 pero cuando el día 2 fui a un bar a tomarme una cerveza con unos amigos me acordé de que llegaba la nueva ley antitabaco, una ley que nos europeiza y que trastoca nuestra vida de tasca, bar y taberna porque ya no podremos hacer uso de las tres ces: café/cerveza - cigarro - charla. Ahora, a eses tres ces vamos a tener que ponerle una nueva: calle. Y ya no es lo mismo, la verdad.
Particularmente, pienso que esta ley llega tarde y a destiempo más bien como un intermedio para que los españoles, con esta cultura tan intrínseca que tenemos, dejemos de hablar de Zapatero, el paro, la crisis y pongamos a quejarnos, en los bares por supuesto, de que ya no nos dejan fumar, que nos tienen criminalizados. Que te penan menos si te fumas un porro en un banco de la calle que un cigarrillo en la puerta de un colegio. Y lo dice un fumador. Así que con todos los comentarios que llevo escuchando desde el domingo, incluídos los míos propios, he decidido que por qué no hacer un post dedicado a los cigarrillos, de esas letras que lo nombran de una manera u otra. Y de eso hablamos hoy:

1) El cigarrillo como inspiración: ya saben ustedes que muchos de los escritores de la Historia de la Literatura han llamado a su musa fumándose un cigarrillo que les ha quedado largo. Hay personas que, en la tranquilidad del cigarrillo piensan en qué pasa con su vida, de eso va este pasodoble en el que el cigarrillo abre una historia de amante triste, casi desesperado. Por eso fuma, como único consuelo:


2) El cigarrillo tranquilizador: a veces, incorrectamente, hay gente que usa el cigarro como si tuviera el mismo poder que un valium. No es así, quizás el acto sí pero no lo que usted se está fumando. Martínez Ares lo hace en la comparsa Calabaza. Ese cigarrillo de antes de cantar que sabe tan fenómeno:


3) El cigarrillo del hombre duro: hay gente que fumando pone la cara de Clint Eastwood, gente que fuma para hacerse el duro, de esos que fuman como locos... Ya sabemos que el tabaco es malo para la salud pero si cuando éramos pequeños muchachos queríamos hacernos los chulos nos fumábamos un cigarro con cuatrocientas toses. Los enteraos demostraban que eran duros fumando, por derecho:


4) El cigarrillo como modo de relación: lo que más me gustaba de un bar era que uno de esos borrachos mayores miraran su paquete de Fortuna y lo aplastaran con maldad, después con la mirada buscaban a alguien que tuviera un cigarro en la mano y te pedían mientras te contaban su historia: que siempre tiene, que no se le suele acabar... Bueno, que se lo dabas. Juan Carlos también usa el cigarrillo para algo así:


5) Dejo el cigarrillo por un sustituvo: muchos entrenadores de fútbol dejaron el cigarrillo por chupa chups. Otros lo dejaron por chicles. Conozco a esos que lo cambian por esos cigarrillo de vapor nicotinado, de esos que se compran los cigarrillo con la pipa de sabor a tabaco... Conozco a tanta gente que cuando dejó el tabaco se le picaron las muelas... Eso cuentan los Carapapas en el segundo cuplé de este video:


6) El cigarrillo compañero del alma: los que no queremos dejar de fumar, por mucho que sepamos que nos está haciendo un mal brutal, siempre nos aferramos a él con la lírica de un poeta barroco: lo amamos, lo comparamos a un amigo. Esto hicieron los de la comparsa El tambor cuando, en 2006, salió la primera parte de la ley antitabaco. Ahora, ¿qué pasodoble escribirían? (gracias al amigo Roberto Bernal por la referencia a este pasodoble):


Y hasta aquí hemos llegado por hoy. No me voy sin antes desearles a todos ustedes un feliz 2011 y que les traigan muchas cosas esos reyes de Oriente que esperamos con ansia. Además, les informo que ya la semana que viene volvemos a nuestro horario normal.

¡Qué poquito queda ya!Justificar a ambos lados

1 comentario:

El Postulante dijo...

El último pasodoble es de ser engachado al carnaval, vulgo, FRIKI. Muy original el post y muy currado, la verdad.

Feliz año y ya queda menos para el carnaval.