Se nos acabó el Falla, familia. El pasado martes hizo un mes que arrancaba la batalla de coplas, uno de los más esperados en los últimos años por devolver al Concurso a su época original. Cuatro semanas que se nos han pasado volando y que se despidieron el viernes para dar paso al Carnaval, las galas de primavera y verano, y la espera de otros once meses hasta que Mirian Peralta y Enrique Miranda vuelvan a su palco. Tras la larga resaca del fin de semana, aquí está nuestra crónica de la Gran Final del COAC 2023, de la que salieron también premiados el cuarteto de Cossi, Moreno y Gago con la Aguja de Oro. Pero antes, agradecer a mis compañeros su compromiso con el que, sesión a sesión, han luchado contra coplas a las tantas de la mañana y madrugones laborales para que no faltara nunca una publicación en este rincón de cien lectores de Kadistán p'acá. Prepárense porque se viene un texto que muchos llamarán tocho. ¡Al lío del Monte Pío!
Abrió la noche la antología Recuerdos de Enrique Villegas, que conmemoraba el centenario del nacimiento del histórico coplero de Ayamonte, y que ha sido inexplicablemente uno de los grandes ausentes en las coplas de este Concurso. Quienes no faltaron a la cita fueron los integrantes de 15 piedras, que aparecieron como guinda de la actuación para cantar el mítico pasodoble de la comparsa. Solo por ver a Don José María Bohórquez vendiendo la copla con su característico poderío y pasión tenía que estar tod@ carnavalita de bien frente al televisor.
El primer coro de la noche fue El día de mañana, con unos Estudiantes que ya están experimentados en dar clases en la Universidad de las Finales. Más allá de un repertorio musicalmente divertidísimo (y que seguro hubieran agradecido más de alguno a mitad de la sesión), su nuevo repertorio tronó contra la intolerancia y la indiferencia de quienes ignoran el dolor ajeno en su primer tango. El segundo, sin embargo, apostó por olvidar los problemas sociales para defender en sus versos al tango gaditano, marcando así la deriva de otros muchos grupos que durante la última sesión (y en anteriores fases clasificatorias) prefirieron cantarle al Concurso, su agrupación o cualquier otro tema meta-carnavalesco. Una verdadera lástima. Cuplés en la línea de esto último, con la saturada dupla Carli y Subiela y el coro de Luis Rivero cómo protagonistas. Un repertorio en líneas generales amable al que el jurado otorgó un 2° Premio que seguro luce de maravilla junto al primero del 2022. La chirigota de Jose Molina y Melli (y un cablesito de Kike Remolino) llegó con la misma fuerza y poca vergüenza de los pases anteriores, algo que ha logrado llevarlos en volandas hasta su cuarta actuación en el Concurso. Un paseo por Cádiz que culmina en el teatro que les da la vida fue el protagonista del primer pasodoble. Casi hilando, nos llevaron al compás del 3x4 marcado con los nudillos en un mostrador, homenaje a Manuel Sánchez Alba 'Noly' con el que reclaman el Premio Baluarte para el autor gaditano. Como decía arriba, mucho COACnaval, pero de la mano de Lupi entra como los ángeles . Las cupletinas volvieron a ser de tres en tres, con más pelo y bastinazos y consumo de drogas como en otras fases. Posiblemente, los peores que han traído en el Concurso y aún así, el respetable y el jurado de chirigotas lo fliparon, estos últimos tanto que alzaron a Antonia Molina y Amo a escuchá (Chirigota callejera) a lo más alto de la categoría concediéndoles el 1er Premio. Tras ellos, llegaron Los Esclavos, aspirantes a lo máximo en la mayoría de las quinielas. Quizás nadie esperaba que García Argüez compitiera con gran poesía pero poco veneno. Dos bellísimas letras, al amor de una noche en el carnaval gaditano, y de nuevo recordando a 'Noly' pero de una manera muy especial: con una música de pasodoble hecha para la ocasión. A estas horas de la noche empezaba a temer queñl, si la Gran Final iba a ir por esta línea, se iban a quedar sin pescaíto en blanco en la lonja carnavalesca de Cádiz. Los cuplés, mejor que la media de la categoría, tampoco volvieron loco a nadie. Con una diferencia de siete puntos, la comparsa que mejor canta del mundo subió un puesto respecto al anterior Concurso y clavó su bandera en el 2º Premio. Escuela Taller de Gladiadores El Pópulo, el único cuarteto presente en la Final, trajo un popurrí de parodias con alguna actualización que rascó alguna que otra carcajada de un respetable que celebró más las improvisaciones que los golpes conocidos. En los cuplés sí que supieron divertir con tres letras de age y mala baba, haciendo en la última un autohomenaje a los últimos meses vividos tras su anterior triunfo. Aprovecharon la buena dinámica para terminar la actuación con un popurrí que los dejaba a la espera de recoger el 1er Premio de Cuartetos. ¡Larga vida a estos cuarteteros, últimos defensores del estilo primigenio!
El coro de Luis Rivero abrió lo que podríamos denominar como segundo cuarto de la Gran Final, con un grupo que inundó el patio de butacas e hizo sonar su presentación por todo el Teatro Falla. Más allá del cachondeito de marras, la muestra de poderío y calidad de La Voz fue impresionante y tuvo que ser increíble vivirlo en directo. Los tangos criticaron al sistema de educación de este país en la primera letra, siempre sometido a los cambios que unos partidos y otros acometen una vez llegan al poder, y quisieron invitar a vivir el momento y disfrutar de la vida en la segunda letra (un tema que se ha escuchado varias veces a lo largo de la competición). Los cuplés fueron chungaletas, aunque el de las herencias y Netflix podría salvarse, pero no les penalizaron como para no conseguir un merecido 3er Premio de Coros. To me pasa a mí: Los desgraciaitos fue recibida con una gran ovación por un público que esperaba un gran desenlace para la historia de estos fsriguitas, pero trajo un pase que daba más señales de agotamiento que de ingenio y buenos golpes. En los pasodobles, el amor a Cádiz y al Concurso transforman sus desgracias en alegrías al verse en otra Final. Los gags entre coplas empezaron a hacerse cargantes, y precedieron a uno de los momentos más inverosímiles de la noche cuando explicaron sobre las tablas por qué repetían el segundo pasodoble, dedicado a la ansiedad y la depresión. Familia, la letra es genial pero las notas al pie de dan en las entrevistas o en las galas, en el Falla justificar el repertorio no suma y deja una sensación extraña. La virgen apareció antes de los cuplés para ponerles bien la publicidad, pero no hizo el milagro, siendo el momento borde del estribillo contra el cronista del Diario de Cádiz, sin faltarles razón, lo más destacable de la tanda. Un pase menor, pero que en el cómputo global del COAC les valió para llevarse un 3er Premio. ¡Casi ná! Llegó el turno de la comparsa de Antonio Martínez Ares, que sorprendió con la tanda de pasodobles más crítica y afinada de su repertorio, sacando los dientes contra el problema de vivienda y el trabajo de baja calidad que sufre la ciudad de Cádiz, relacionados por los apartamentos turísticos, y el segundo en defensa de los mayores, grandes sufridores de la Pandemia y aún hoy sustento de muchas familias. Pase de CAR-NA-VAL. Los cuplés de La ciudad invisible podrían haber tirado por tierra lo logrado hasta ese momento, pero en un giro artificioso y tremendamente competitivo, el segundo tuvo en su culminación la presentación de un estribillo inédito, algo que le ha funcionado al grupo en anteriores Concursos. Casi por sorpresa, el nuevo repertorio golpeó tan fuerte que dejó K.O. al resto de contendientes y trajo un nuevo 1er Premio para el grupo, replicando lo conseguido por el propio autor el año de La Ventolera.
Tras chirigota y comparsa, era el momento de escuchar un nuevo coro. La presentación de Los Negros es de largo una de mis favoritas este Concurso. Los tangos siguieron la tendencia de la anterior agrupación, dando grandes zambombazos en referencia a la exhumación de Queipo de Llano, muy buena letra, y a los (im)populares paquetes de botellón y condones que muchas empresas ofrecen para visitar la ciudad en los fines de semana de esta fiesta, rematado con muchísima rabia (un problema que volvió a protagonizar el pasado sábado de Carnaval). Cuplé chungaleti al tuyamentiendes de Dembelé, y mejorcito segundo a la situación de la Sanidad Pública Andaluza. ¡Toma Moreno! Tras unos años en los que ha sido difícil bajarlos del pódium, este Concurso se tienen que conformar con un 4º Premio -muy discutible si me preguntan a mí. El coro levantó el vuelo y llegaron Los Viñanos, chirigota que sufrió el día anterior la ira de aquellas personas que, posiblemente calentitas de más por uno de los pasodobles de semifinales, no entendieron su presencia en la Final. Las quejas a ese respecto se deben dirigir a los cinco de arriba, no perdamos el norte. Buen pase el que trajeron estos chirigoteros, aunque una vez más de corte amable y de autoconsumo, con un primer pasodoble a la importancia de tener a alguien junto a ti que te levante y acompañe en los momentos difíciles, y a por qué escriben chirigotas ya que, por lo visto, tienen gente a su alrededor que no lo entiende (no sabía yo que en La Viña hubiera gente así). Cuplés regulinchis, el primero a lo carajotez anti-cambio climático que sufre la presidenta de Madrid -ojalá solo padeciera esa- y a un divorcio con perro de por medio. Yo qué jé. Eso sí, se cumplió un año más la regla no escrita que asegura que el 1er premio de Chirigotas será en el Concurso siguiente 2º. La comparsa Cádiz de mi alma, gran sorpresa del COAC 2023, se subió a las tablas para disfrutar y piropear a Andalucía en su primer pasodoble, repasando y defendiendo sus virtudes. En el segundo volvimos a disfrutar de una letra en la que nos recordaron lo que le gusta a los protagonistas de esta competición las coplas históricas. Efectivamente, en este tramo de la Gran Final los tres grupos le cantaron a la fiesta, la autoría y la historia del Carnaval y su Concurso. Pues muy bien. No hubo tan buena pluma en los cuplés, bastante malotes al alcalde saliente y a cómo ven sus madres que canten tan tarde. Su pase confirmó a Manuel Cornejo como uno de los mejores letristas de este año, y su 3er Premio confirma un exitoso arranque que ojalá repitan en los Concursos venideros.
A estas horas de la noche ya habíamos visto a Pepe el Caja disfrazado de Enrique Miranda hace horas y ahora iba vestido de Macarena (m)Olona entrevistando al respetable. Se le notaba el cansancio, al igual que a Eduardo Bablé, que empezaba a liarse un poco en la presentación de las últimas agrupaciones. El último coro de la Gran Final fue Los Martínez, que continuó el homenaje silencioso a su autor Julio Pardo, recientemente fallecido. Brillante pase, con unos tangos que apostaron de nuevo por temáticas muy sentimentales: el primero, a la enfermedad del Alzheimer a través de la conversación de un padre y un hijo. Más especial si cabe fue la segunda, dedicada a los padres de los integrantes del coro, que serán los artífices de que sus nietos sigan acudiendo a la batea a verlos cantar. Un tango que llevaba escrito desde diciembre según reconocieron sus autores, dedicado a la tradición que pasa de abuelos a nietos, y que en la última semana ganó valor por lo acontecido. La luz se les apagó en los cuplés, donde el Papa de Roma incluso era invitado a enseñar un pezón. Corramos un tupido velo y que recojan ya el 1er Premio de Coros, que este año han logrado a base de vitalismo y entereza ante la adversidad. Faltaba una chirigota, Los mi alma de Antonio Álvarez, que en muchas quinielas tenía todas consigo para levantar el mayor de los galardones. Tras una presentación que dejó una de las sábanas fantasmales sin levantar, arrancó una tanda de pasodobles atípica donde la idea de "el miedo" protagonizó el primer pasodoble, con golpes de humor y sorna que no terminaron de arrancar la carcajada. El segundo, en cambio, cambió el tono y hasta la música para hablarnos de la buenas amistades que tiene el Bizcocho con infinidad de autores gaditanos, buscando despejar la rivalidad que muchos insisten en perpetuar tanto en redes como sobre las tablas. ¿Más meta-COAC? ¡Digo! Los cuplés, para su desgracia, tenían la pólvora mojada, contándonos las desventuras de un fotógrafo horroroso de malo en el primero, y reflexionando sobre los cameos en la segunda letra con la que, al fin, se elevó la sábana y apareció el emblemático Manuel. Lo que seguro esperaban fuese un bombazo en el Falla pasó más desapercibido de la cuenta en el momento, aunque a posteriori se escucharan cánticos con su nombre. Y si antes hablábamos de normas no escritas que se cumplen, el jurado de 2023 tampoco ha querido acabar con la eterna conspiración en torno a la imposibilidad de que una agrupación de fuera de la provincia gaditana pueda ganar un Primero: injusto 4º Premio para una chirigota que fue despedida al grito de Campeones -cántico que corrieron a silenciar desde la propia agrupación- y que consagra a el Bizcocho como el heredero del añorado José Guerrero Yuyu. La comparsa encargada de ponerle el broche de oro a la Gran Final del COAC 2023 fue la comparsa El embrujo de Cádiz. Estos jóvenes comparsistas volvieron a cantar muy buenas letras de pasodoble, la primera dedicada a la salud mental (un tema muy importante en nuestros días y que ha protagonizado varias coplas este Concurso) y que invitaban a usar de himno para esos momentos de dolor y desasosiego. La segunda miró a los ojos a la ciudadanía gaditana para reprochar un sentimiento identitario hipócrita, tan de izquierdas como para haber dejado gobernar a la derecha dos décadas, que se diluye en cuanto los obreros de Astilleros cortan el puente, o que no valora su propia Madrugá. Los cuplés confirmaron que si en chirigotas está la cosa chunga, en comparsas es ya para matarse PERO. Sí, ese pero fue gracias al cameo de Carli Brihuega gracias a una pócima que nos concedió el deseo de verloiluminar el final de la sesión durante tres segundos de estribillo. Tres segundos que me recordaron a los de Morera y Meni en la cuarteta de la chirigota del Sherif. ¡Volved ya, carajo! Su 4º Premio consolida a autores y grupo en la categoría, despejando dudas y flores de un día.
¡Y se acabó el COAC, el pescaíto en blanco y el Momo que nos parió! Un jurado disfrazado de de época, similar a la serie Peaky Blinders, entonó el "En la ciudad de Cádiz" y el resto ya es historia. Les dejo justo aquí las puntuaciones, por si quieren seguir dándole vueltas al veredicto en nuestros comentarios:
Coros
1. Los Martínez 740,53 puntos
2. El día de mañana 708
3. La voz 703,93
4. Los negros 691,87
Chirigotas
1. Amo escuchá (Chirigota callejera) 712,67 puntos
2. Los viñanos 707,65
3. To me pasa a mí los desgraciaítos 701,15
4. Los mi alma 690,02
Comparsas
1. La ciudad invisible 715,50 puntos
2. Los esclavos 708,97
3. Cádiz de mi alma 697,08
4. El embrujo de Cádiz 695,62
Cuartetos
1. Escuela Taller de Gladiadores El Pópulo 718,5 puntos
Fuente: Diario de Cádiz
6 comentarios:
no acabo de entender cuál es el problema de que en la final del CONCURSO de AGRUPACIONES DE CARNAVAL de CÁDIZ se le cante a CÁDIZ, a su CONCURSO y a su CARNAVAL
Muy sencillo: que estos temas protagonizan dos-tres pasodobles o tangos de un repertorio hace por contra que no se ponga el foco en temas tan importantes como las decenas de muertes en la frontera de Melilla que el ministro Marlaska no es capaz de explicar, o lo vergonzo de que un juez no sepa dónde está el expresidente del PP y suspenda su declaración como imputado.
La coplas con mayúsculas nunca ha malgastado su tiempo en mirarse el ombligo descuidando los problemas de la ciudad, la autonomía y el país.
Feliz Carnaval.
pero picha tu entenderás igual o mejor que yo "los temas importantes" son los que al autor le salgan del carajo, no los que te interesen a ti. A ver si ahora le vamos a decir a los autores a qué le tienen que escribir.
"Cádiz, dejad de cantarle al Carnaval, tantas letras al Concurso, que las coplas son un arma contra el fascismo y su discurso" rimó Mirian Peralta en el pregón de Joaquín Quiñones el pasado sábado.
Yo lo entiendo peor por lo visto, picha, pero es una reflexión en la que parece andamos más de dos, aunque lo de escudarse en la libertad del autor para defender lo que se canta me lo apunto (que este COAC hemos tenido cada comentario diciendo que no se cantaba a unas barbaridades...).
¡Feliz segundo fin de semana de Calle!
Muy al hilo de lo que dice Ventolero, este año se veía venir el pescaíto en blanco (y ya van unos años así) porque el gobierno es de Los Güenos. Triste, pero es así.
Si gobernase el PP, no te preocupes que le habrían cantado al juez, a la valla de Melilla, a la suelta de violadores (y no la carajotada de echarle la culpa a unos jueces que aplican la ley) y al abandono del obrero, pero de verdad. Y en parte creo que, en mi opinión, es lo que está haciendo que el Carnaval esté perdiendo fuelle, que parece el Wokenaval.
Ya estoy un poco harto de la actitud acomplejada del Bizcocho, que todos los años canta pidiendo perdón por no ser de Cai.
Hasta el año que viene y gracias por vuestro esfuerzo.
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