martes, 24 de mayo de 2022

COAC 2022: Preliminares - 23 de mayo

¿Vieron ustedes ayer a Iván Romero en la televisión, móvil o dispositivo apipiricañado con pantalla, conectado a Onda Cádiz? ¿Qué no? Pues tendrían ustedes, carnavalitas y carnavalienses de mi corazón, puesta la reposición de la final de Eurovisión porque el muchacho ayer echó más horas en el Teatro Falla que el regidor perpetuo, Miguel Ángel Fuertes. Una noche que fue histórica y singular por muchas razones y que paso a desgranarles, donde la sonrisa de este autor y cuartetero no faltó nunca dentro y fuera de las tablas. ¡Al lío (del Monte Pío)!

Ventolero desde el gallinero -.  

La primera chirigota de la noche llegó de Cordoba firmada por David Amaya "Agüito", autor que se ha pasado media vida entre Puerta Tierra p'acá y p'allá. Los Falis vino muy bien cantada pero falta de gracia y con dos pasodobles en modo Te quiero Cádiz, destacando más por su musicalidad y el innegable ritmo que desvordaron durante todo el repertorio. ¿Me meto o no me meto?, la comparsa de Iván Romero, trajo un tipo de inventores y un repertorio a la manera de su autor. Las intervenciones del cuartetero y la sencillez del cante fueron lo mejor de la actuación junto a la letra de los dos pasodobles, muy duro el primero con los autores que criticaron las fechas de este Concurso pero que igualmente están sobre las tablas, más meloso el segundo peor igualmente crítico con la situación laboral de la Bahía de Cádiz. La tercera y última comparsa de la noche destacó más de lo esperado en redes, pero no por lo que esperarían sus componentes. Esta comparsa de Isla Cristina, muy mal afinada y con una repertorio cortito de letra, se empeñó en su presentación y popurrí en hacer unos extraños silencios cercanos al final que dieron lugar al error en los aplausos del respetable y la caída del telón. Un mal rato que sirvió para la carga, para que la gente estuviera más pendiente de Rafa Taleguillas en Twitter, y poco más. Al Edén que le den es el ejemplo de que el formato cuartetero de la familia Romero es exportable a otros componentes, sin necesidad de que el ADN o haberte criado con ellos suponga un plus o extra de seguridad de cara al éxito. Muy divertido pero olvidando el tipo a los minutos de parodia, sacó las mayores carcadas de una sesión más bien cortita de humor. Cerró la noche con polémica Los de Cádiz Sur, la chirigota de los dos hermanos de Iván y no precisamente por que al final su comunicado en redes sobre el robo de los tipos fuera una excusa para presentarse en vaqueros, tirantas y zapatillas y justificar alguna que otra crítica y humor en el repertorio. No, más allá de que al aficionado le guste o no la propuesta (a mí personalmente me parece bien que esta fuera su idea, más si cabe en un COAC tan distinto como el de este 2022), Borja Romero Castejón donde realmente erró fue en el trato a la periodista que portaba el inalámbrico de la cadena COPE. Igual que nos parece terrible cuando el de turno se guirra de los componentes cuando han tenido una actuación fallida desde su punto de vista -ya que no están ahí para dar cargar sino para informar-, hay que ser igual de artista para traer una idea controvertida que para responder con elegancia las preguntas de la prensa. Vamos a enjuagarnos la boca de este mal trago y a disfrutar con las dos agrupaciones destacadas de la sesión:

· Los renacidos:

La nueva comparsa de García Argüez se enfrentaba desde la subida de telón al legado de los integrantes de su grupo, que sonó prácticamente idéntica a su anterior etapa si este análisis se ciñera estrictamente a sus calidades corales, pero que despejó rápidamente la x cuando el ave fénix abrió sus alas ante el respetable. Con una presentación pausada en su arranque, la nueva autoría en música y letra tomaron las riendas en el ecuador de la misma y nos regalaron un gran repertorio, con unos pasodobles deliciosos: el primero en el que pasan la amarga página de su historia reciente de una manera exquisita, y un segundo más descarnado contra el obispo de Cádiz. Cuplés simpáticos pero sin volvernos locos, rematados con un bonito estribillo, preámbulo del que es para mí la mejor pieza de su primer pase. El popurrí es una obra de arte, de cuartetas que estallan en música y letra, y que da ganas de escuchar en bucle. Vuelven como se fueron: aspirando al primero.
"¡Dame coñetaviru!":   de 5
 

· Los babetas:

Fernández y Pedrosa tienen el piloto automático puesto, cosa que es buena y mala a la vez. Buena porque nos traen un nuevo repertorio de coro que difícilmente va a encontrar rival este Concurso. Mala porque acomodados en estilo y forma, no sorprenden ni con las coplas ni con el disfraz. Eso no evita que el torrente coral nos arrastre hasta su orilla sin ningún miramiento y los tangos suenen a gloria, así nos hablasen de la producción de celulosa de colores con los que se hacen papelillos. Por suerte no fue el caso, y trajeron dos buenas letras, si bien en la segunda pecaron para mi gusto de centristas en lo referente al tema de la fecha del Concurso (o quizás de igualar a unos y a otros más de la cuenta). Los cuplés y el popurrí mantienen la sensación inicial: no tienen competidor y son conscientes. Este año, yo, se lo perdono.
"¡Dame coñetaviru!":  de 5

 

Y esta noche... ¡llegan los cuchillos largos! Tan largos que se saltan cuartos y plantan a los que pasen en unas semifinales que tendrán el doble de duración de las de todos estos años pasados. Pero antes habremos escuchado a grupos muy esperados, como lo son el coro de Luis Rivero, la comparsa de Germán Rendón o la nueva idea de Bustelo junto a Cardoso.

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