Juani volvió al galinero del Gran Teatro Falla, Onda Cádiz metió nuevas coplas clásicas en algunos tramos publicitarios, y tuvimos varias sorpresas y alegrías en una sesión presumiblemente floja. ¿Qué más quiere, Cádi mío? La primera semana de COAC llegaba a su final con la Preliminar de ayer, pero no se pongan tristes, que aún quedan muchas semanas de Concurso y de un Pepe el Caja que este año está diariamente en estado de gracia, mientras que desde el palco saben reprimir de manera muy elegante los instintos más humanos como para no decir de vez en cuando: "Las putas mierdas también ensayan".
Ventolero desde el gallinero -.
Desde Mairena de Alcor (Sevilla) llegaron 'Los Tiritas', primera comparsa de la noche. No estuvo malejo el repertorio de este batallón maltrecho: un primer pasodoble con remate tipo "Te quiero, Cádi", pero con un desarrollo peculiar en el que quisieron reivindicar que no venían imitar a nadie como forasteros de La Tacita. Segundo más dramático, sobre un niño que sufre bullying en la escuela pero igualmente muy celebrado entre el público. Los cuplés la verdad es que fueron chungaletas, uno hasta anti-ecologista si te pones, pero contaban con una introducción a guitarra atípica y un buen estribillo. El popurrí tocaba todos los palos clásicos, pero sonó bien. Ya veremos igualmente, porque la idea sobre la salud mental queda difusa en el repertorio. Los ceutís 'La conquista del pan' también llegaron cantando la mar de bonito y con buenas intenciones, y además traían a unos cuantos compañeros amasando pan en el arranque. Más realismo que en los documentales de La 2. Los pasodobles —el primero a un padrastro celoso que al final le dicen te quiero y todo bien, el segundo mejor a una colección de fotos familiares con gritos al final— podían darte igual por la temática pero qué gustazo para el oído. Cuplés de la categoría y un estribillo con culito de panadero. Popurrí que se pasa volando gracias a alguna cuarteta muy acertada y el brillo de sus voces. La primera chirigota de la noche vino desde Málaga a demostrar que no hay que confiarse, porque en cualquier momento puede sorprendernos un mojonaso. La versión que me suelte del brazo, señoro, de "Lo que diga mi mujer", eso es 'Sin perdón' (de dios, añado yo) y también la actuación más desagradable de lo que llevamos de Concurso. La cuarteta sobre que toca a su mujer dormida no es para telón, es para que entre la policía local y los lleven a comisaría con una orden judicial. 'Dios mío que tarde' parte de ser una chirigota firmada por tres autores conocidos: Iván Romero, Pepe Martínez y Antonio Rivas. Unos padres con chiquillo incluido pero con menos protagonismo del esperado en la mitad del repertorio. Pocos golpes de nivel en la presentación, recaída en los pasodobles —aunque el segundo remontó por su giro final— y unos cuplés donde, esta vez sí, acertaron tanto en los golpes como en el estribillo con la intervención constante del niño. En el popurrí hay algún buen punto y mucha cuarteta con chistes de la época de Naranjito. El respetable los celebró al grito de chirigota, y yo pienso en Jackie Chan. ¿Por qué será? El relevo generacional siguió con la siguiente comparsa: 'El veneno del rincón', una gran comparsa dedicada al bar Los Pabellones y a sus figuras históricas, bien cantada y diciendo cositas, como hicieron en su segundo pasodoble en defensa de los trabajadores andaluces partiendo del calor que pasaron el pasado verano los mesetarians. Primer cuplé de babuchaso a los señoros, segundo también borde a las bodas de los carnavaleros. Estribillo que suena divino en las voces de estas chavalas. Popurrí metacarnavalesco en torno al mítico rincón gaditano, muy celebrado dentro y fuera de las tablas. Cerró la sesión la chirigota algecireña 'Chirigota Juanito Manos Verdes', unos fumadores de cannabis que le cantaron a un teatro casi vacío. Presentación muy cortita de golpes, y unos pasodobles que insistieron en el humor pero sin terminar de sacarl una sonrisa al respetable. Los cuplés acabaron de confirmar que podía uno acostarse, porque la cosa no iba a mejorar… Y para confirmarlo, el popurrí comenzó con música de Xuxa y al poco estábamos escuchando "hijo de puta cabrón" al son de Raffaella Carrà. Termiaron cantando "Lía, lía telón". Yo qué jé, mire usted.
• El día de mañana:
Cientos de tela iridiscente, mucho neón y pelucas de colores para traernos el futuro ochentero del que parece no sabemos salir, mitad Blade Runner, mitad Cyberpunk 2077; ese en el que se prefiere pasar de los problemas y sobrevivir, a luchar por algo. Colorista a la par que decadente, pero cantando con mucha fuerza. El tango rebaja el acelerón y no entiende de distopías: guitarras, playas, el primer premio y el barrio del Mentidero protagonizan el tango de medida, que interpretan emocionados. Segundo contra los comentarios rancios de la calaña machista que afloren cuando actúan mujeres y que, hasta que dejen de hacerse, aquí estaremos. ¡Éle! Cuplés cortitos a personajes televisivos eternos y al Cádiz C.F., con un estribillo bonito rematado con chistes diferentes. La música de éxitos de los 80's y 90's regresa en el popurrí, con cuartetas que reflexionan sobre la forma en que malviven esa vida del mañana que tanto se parece a la de nuestros días. En la línea de otros años, el Coro de los Estudiantes se lo pasa en grande y hacen disfrutar al respetable.
• Cádiz de mi alma:
Al alma de los gaditanos le dedico su primera comparsa Manuel Cornejo, que se estrenó como autor en la categoría con una agrupación que interpretó con fuerza y afinación desde la presentación de la idea. El sombrero de barquilla es un bastinazo. Primer pasodoble a su padre, precioso tanto en el desarrollo como en su remate. Segundo, a la ineficacia judicial con la multitud de casos de violencia machista que sufre nuestro país y al que se le perdona lo de "ni de izquierdas ni de derechas". Disfrute con sus buenos cuplés y con un estribillo atrabalenguado en su arranque, de los mejores que llevamos de Concurso. Gaditanismo, amor a la tierra y buen gusto en letra e interpretación de un popurrí, al que algún zarpazo de mala baba tampoco le habría venido mal. Igualmente, bastante redondo para ser el estreno del autor, que estuvo muy bien recibido tanto por el público como por el mundillo COAC-navalesco.
A la espera de más sorpresas como las que nos encontramos ayer, pueden ir sobre seguro este sábado gracias al estreno del coro de García Argüez y la comparsa de Marta Ortiz. ¡Feliz fin de semana!
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