viernes, 24 de enero de 2025

COAC 2025: Preliminares - 23 de enero

¡Ya está aquí las coplas, carnavalitas y carnavalienses! Estábamos deseando volver a estar por aquí después de las sesiones para contarles nuestras opiniones y pamplinas tras cada noche. ¿Quieren llamarlas crónicas? Mismamente. ¿Otra cosa? Pues como todos los años, esperamos más abajo lo que quieran opinar, en Comentarios. Ahora, para primer comentario, el mío: Mirian Peralta anunciando a los grupos desde el palco es más grande que toas las cosas y yo, desde Madrid, me tiro de coco (más aún si nos ponen en bucle el mismo estribillo, o un puñaito de cinco, durante diez minutos). ¡Un poquito de variedad que me quedo loco, picha mía! 

Y antes de arrancar, otra cosa. Yo puedo tener todas las ganas del globo por escuchas coplas, pero lo del respetable ayer desde butacas y palcos celebrando cada agrupación como si hubiera cantado Paco Alba fusionado con El Libi... ¡Hasta "campeones" llegamos a escuchar! Vamo a calmarno, miarma. Sin embargo, no se escuchó ni un alma en el sepulcral minuto de silencio que se guardó por Pascual Catrofe, jefe de tramoya del Falla, tristemente fallecido el pasado agosto. Un arranque muy emotivo para esta primera sesión de Preliminares del Concurso.

Ventolero desde el gallinero -.

Jose Juan Pastrana y Pepito Martínez trajeron a sus chatarreros para inaugurar el Falla con una idea luminosa, vibrante y afinada. Los Trastos arrancó con fuerza, y los pasodobles trajeron una música muy bonita. Mejor la letra del primero, a esa Cádiz que nunca acaba de encontrar su camino, sin importar el signo de su alcaldía. El resto del repertorio, aunque el grupo suena engrasado al detalle, sin fisuras, como en el pasado vinieran los de Quiñones o Bustelo, por poner dos ejemplos, no logró engancharme. Con todo, no faltarán a su cita con los Cuartos de Final. La primera chirigota que pisó el Gran Teatro Falla fue la del Bomba, que volvía al Falla con Los cabecita loca, bastante más celebrados por el respetable que en mi sofá. Muchísimos problemas con el tipo según contaban enmorecios, y también trajeron un repertorio cortito que se celebró con público en pie tras el segundo pasodoble y carcajadas tras los cuplés (mascada popular incluida). Yo, después de "el que se la coge con las dos manos" y la mención al Don Tico, entendí que... Ojú, ojú, ya viene el estribillo. Los hijos del cañaveral fue la segunda comparsa de la noche, llegada desde Algeciras, que vino cantada sin estridencias ni tampoco momentos de brillo que les ayuden a destacar en la batalla por un próximo pase. Con todo, no estuvieron malos los pasodobles, el primero a la esclavitud que actualmente sigue sucediendo en los campos andaluces y que sufren mayormente los inmigrantes; el segundo a la figura de los referentes que tienen la juventud, enfrentando las lecciones que dan los influencers desde sus casas y las que profesoras y profesores dan en su día a día en clase. Otra chirigota -ayer no hubo ni cuartetos ni coros- encabezó la segunda parte de la sesión: Los turistas se la dan de artistas (los urbanitas), que se plantaron desde Marchena en Cádiz con una idea que no supieron explotar, con chistes chuscaletis y una vaca hinchable. ¿Soy yo o la presentación suena como uno de los éxitos de Los Guatifó? Pasodobles bienquedistas y un primer cuplé que remataron cañeando a Ayuso. En el popurrí por cantar, le cantaron hasta a un zoofílico. Que me dejes, vaya. Y ahora, como es tradicional, vamos a pararnos en las dos destacadas de la sesión:

· El corazón de Cádiz:

Que la comparsa de los hermanos Pastrana sea cabeza de serie es como todas las cosas de Cádiz... una cosa. Pero es innegable que su repertorio e interpretación se distanció de la media de la sesión y nos hizo coger un poquito de aire con un tipo de fantasía, una especie de mecánicos que mantiene en funcionamiento la fábrica del corazón de La Tacita de Plata (casi ná). Con él defendieron en los pasodobles tanto a Cádiz como al presente de la categoría, en un segundo pasodoble donde mencionaron a todos esos autores y grupos que parecen condenados a ser eternas promesas. Peores los cuplés, de la categoría, y un popurrí al que no le hubiera venido mal un poco de leña y menos pescaito en blanco.

"¡Dame tono!":    de 5

 

· Cariño, qué pelusilla me tienes: 

Cerró la noche una chirigota de Camas y sin abrir la boca ya hicieron reír a Mirian y Enrique desde una esquina del escenario. Con maneras que recuerdan a las de las idas del Canijo de Carmona en varios momentos del repertorio, se fueron afinando según avanzaba la actuación y, aunque desbarraran por momentos (vaya remate del primer pasodoble, tú), la presentación me sorprendió - y venir de pelusa siempre suma. Con sus golpes aquí y allá durante todo el popurrí, más tontorrones en los cuplés, acabaron siendo la mejor chirigota de la noche. Con la dinámica de cambios que tiene la categoría y lo que se presta la idea a que se les enreden más porquerías, puede que sorprendan, si el jurado se lo concede. ¡Un pase más para estas bolas de pelos!

"¡Dame tono!":    de 5

 

Si como nosotros se han quedado con ganas de más, pues en unas horas estamos escuchando a la comparsa de Fran Quintana, la chirigota de Carlos Pérez e Iván Romero y la de Víctor Jurado, o el cuarteto del Gago. ¿Qué más quieres, Cádiz? ¡Hasta mañana!

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