sábado, 3 de diciembre de 2022

Oda al pregonero Joaquín Quiñones (III): siempre fiel gaditano

Siempre se dijo de Joaquín Quiñones que tenía que ser pregonero, que como él le había cantado a Cádiz pocos lo habían hecho, que más allá de la carga pertinente estaba el poeta gaditano que tantos placeres había entregado a la afición desde los años setenta, que no tenía nada que envidiar a nadie. Efectivamente, se le propuso en el 2022 y dijo que no, que él quería hacerlo en un año corriente, y así será este 2023, día en el que por fin llegue a nuestros oídos el texto que el gaditano preparará para hablar de su amor al carnaval, parte indivisible de su vida, y con el que aún sigue ligado, de otra manera que no es la de la escribir una comparsa, la de traernos letras espectaculares cantadas por grupos que quitaban el hipo, vestidas con músicas de los mejores de su tiempo. 

Por fin, Joaquín Quiñones Madera, amante de Cádiz, poeta incombustible, daré el pregón que inaugura la fiesta que más nos gusta, seguramente en la plaza de San Antonio, como mandan los cánones, y arropado por una antología hecha expresamente para la ocasión, con los que mejor cantaron sus coplas. Pero mientras llega, en esta serie de post vamos a repasar su trayectoria:

En el año 1996, con el grupo consolidado y con muchas ganas de seguir cantándole a Cádiz, nuestro autor saca, con  música de Pepito Martínez y dirección de Fali Mosquera, la comparsa Legado Andalusí que, sin duda, gustó muchísimo al público pero que no pudo optar por entrar a la Final de ese disputado año. Con algunas incorporaciones que serán partícipes de la época de mayor esplendor de la comparsa, Joaquín Quiñones se resarce con Dando leña que en el año 1997 conseguiría un cuarto premio. Además, fue autor del coro Los cromos con música de Martínez Mora y "El Ensaladilla". 

 

Con El baratillo, otra comparsa de corte clásico que nos deja letras en la memoria como aquel "Llegó por equivocación", consiguió también un cuarto premio en 1998, año en el que también continuó con la participación en el coro Los chicharreros, que ese año escribiría junto al Sheriff. 

 

Mejor posición fue la conseguida con una comparsa que aún hoy cantamos al dedillo: El circo. Un segundo premio puso al grupo en el puesto que se merecía después de años de sudores en posiciones más bajas. Sin duda alguna, una agrupación muy recordada no solo por su repertorio, también por su puesta en escena y por un grupo que estaba cercano a la renovación en 1999. Peor suerte correrá la comparsa La batucada que se quedará en semifinales en el año 2000. 


En 2001, la comparsa Los mercenarios, con autoría de Joaquín Quiñones y Pepito Martínez, conseguirá, de nuevo, un cuarto premio, pero los aires de renovación del grupo ya se van haciendo cada vez más patentes y parecen que quieren llevar un nuevo rumbo, como se constatará en la comparsa En propia mano, 2002, donde se incorporaron voces como la de Caracol o donde Chato ya estaba en la percusión. Aunque queda semifinalista, la comparsa gusta mucho. 


Los vikingos es la constatación del cambio: primero, del músico, que deja de ser Pepito Martínez para incorporar al Noly, que nos regaló un pasodoble atemporal, que todos nos sabemos y que se sigue cantando con el mismo cariño. Un grupo que sonaba con fuerza, con gusto, y que traía una comparsa de las de siempre con sabor a todavía más de siempre. Sin duda, el inicio de la estela más dorada de Joaquín Quiñones.


El último post dedicado al pregonero 2023 aparecerá el jueves de mano de mi compañero Ventolero. Podrán ver la última parte de las comparsas del autor, así que no se lo pierdan que vienen verdaderas bombas. 

No hay comentarios: