El Carnaval de Cádiz ha llegado a su máximo esplendor gracias a Internet. La gente se comunica a través de la Gran Red y se pasan pasodoble inéditos. Díganme que esto del Internet no ha ido para bien.
Pero Internet tiene cosas malas para el Carnaval (las buenas las contaré la semana que viene) y es que te puede hacer verdadero fanático de algún autor. Hay gente que recorre cientos de kilómetros para ver actuar a su grupo favorito y poder echarse una foto con ellos, o con el autor de la agrupación. Una magnífica muestra de cariño. Lo malo es cuando esto se convierte en una persecución continua: prefieres ver a esa comparsa que a tu novio, prefieres echarle fotos a ellos antes que a tu novio, prefieres charlar con ellos antes que con tu novio, incluso prefieres acostarte con ellos antes que con tu novio. Este es el primer paso del fanatismo. No creo que a los componentes de esta ficticia comparsa le importa mucho que esta niña, como suelen llamar a las muchachas de veinte para arriba, vaya detrás de ellos a cualquier lugar. Algunos ya la llaman por su nombre de pila.
El problema no es este, que se puede considerar como una evasión del mundo carnavalesco y útil para que más de un contralto baje los dos tonos correspondientes, sino que son muchos más los que sólo, y esto es lo importante, siguen a este autor olvidan al resto. Entiendo, comprendo que te pueda gustar más un autor que otro, siempre han existido esa serie de filiaciones con todo pero no comparto que se tenga que tirar por tierra a uno que no te gusta por el simple hecho de que a ti te guste más un autor que otro.
La pasión del fanático se desarrolla últimamente, y en ocasiones de manera peligrosa y falta de respeto, en diferentes foros de diferentes agrupaciones donde todo parece una especie de secta y solo se habla y se hace lo que el moderador permite. Hay diferentes ejemplos del mal gusto y el mal hacer de diferentes moderadores, ya cité uno en un post anterior y continuo viendo como esta señorita sigue maltratando a los feligreses del lugar que pretenden salirse del redil y dar información sobre esa agrupación. Es gracioso como ella pide respeto a la vez que increpa a esta persona el mal hacer que tiene al dar una información que no debería o que no está contrastada con no sé quién. Pero no es este foro el único, el de Juan Carlos Aragón, foro que sigo en ocasiones, rezuma por los cuatro costados pocos conocimientos carnavalescos y demasiado juancarlismo. Lo más sorprendente es que en este foro se ha permitido el insulto continuado e injustificado, según mi punto de vista, a uno de los más reconocidos autores del Carnaval como es José Luis Bustelo. En su blog, el autor cuenta todo lo que tuvo que hacer hasta que se retiraron los insultos del foro. Y eso también es consecuencia del fanatismo, por lo que opino, y da título al post, que el fanatismo y el Carnaval están demasiado juntos hoy y, aunque esto siempre ha pasado, con el Internet la cosa se magnifica y no son solo los gaditanos los fanáticos sino que gente de Córdoba, de Jaén, de Granada o de Soria se pueden convertir en verdaderos derrotistas y ciegos que no aman al carnaval sino a un único autor al que veneran cual becerro de oro. Carnavaleros de boquilla y de coche, poco más.
Por cierto, Juan Carlos Aragón dedico en el 2007 con la comparsa Araka la Kana, primer premio en comparsas, un pasodoble a este tipo de fanáticos. Le dan al play y lo escuchan tan tranquilamente:
Carnaval de diez 34 – Mendigos
Hace 2 horas
1 comentario:
No seréis vosotros algun novio de estas "niñas" no?? jajajajaj
Hombre es cierto que el fanatismo no es nada bueno, pero ni en carnaval ni en mi otra gran pasión, la semana santa. Creo que en todas las "aficiones" hay una serie de fanáticos que son los que a veces amargan un poco todas estas cosas
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