Si alguien merece una mención especial por comparsista, compañero y caballero es, sin duda alguna, Constantino Tovar Verdejo, más conocido como Tino Tovar, y por eso utilizamos, con perdón, el acorte de su nombre como título de este especial, es por eso que desde hoy y durante cuatro post le dedicaremos este llanto de admiración y esta exaltación del carnaval a este autor gaditano que tan buenos ratos nos ha dado y que decidió en el 2018 darse un tiempo en el que nosotros lo vamos a echar mucho de menos.
Dicen que antes hay que ser cocinero antes que fraile y eso parece que hizo el protagonista de este especial participando como componente en dos chirigotas infantiles con autoría de Francis Sevilla Pecci: Los que pasan del mundo (1988) y No doy pie con bola (1989), pero seguro que no somos los únicos que pensamos que Tino Tovar ya estaría haciendo sus pinitos en letra.
En los noventa da el salto a la autoría y aparece en su primera agrupación una persona que lo acompañó durante gran parte de esta década: Jesús Bienvenido, el que fuera director de sus comparsas comenzó como chirigotero en Buscando un tipo desesperadamente, la chirigota infantil primer premio con autoría de Tino en letra y con música de Juan Contreras Pinto. Fueron primer premio y ya se les notaba ese estilillo que, años después, hicieron propio y suyo:
Pero el grueso de lo que después sería su grupo llegó al año siguiente, en 1991, con Esta chirigota va a traer cola. Ya se podía ver por allí, además de a Bienvenido, a Dani y Ramón Obregón, a Kichi, a Octavio..., que también fue primer premio. Este año y en 1992 con Cuidaito con nosoto que buscamo bonka (segundo premio) el autor de música sería Francis Sevilla Pecci.
En 1993 cambian de modalidad y sacan la primera de las tres comparsas juveniles de este grupo. La primera se llamó La caravana de los bohemios y en ella, con un estilo muy noventero, encontramos a un grupo que no solo es que suene bien, es que suena a gloria. Además, Tino Tovar comienza a destacar por unas letras dulces pero incisivas y unas simpáticas puestas en escena. Aquí va un cuplé con su estribillo de esta comparsa que, por cierto, volvía a tener música de Francis Sevilla Pecci:
Tras esta, llegó El príncipe de la marea con una impronta muy tinista y un grupo que suena a gloria. Ya se ve claramente de qué pie van cojeando y cuál es el estilo que les marcará durante toda su carrera juntos.
En este mismo año 1994, Tino Tovar vuelve a colaborar con una chirigota juvenil llamada Marcao pa to la via, en la que participa como letrista con Tony Rodríguez. Con esta sería tercer premio de la modalidad y con los dos grupos que hemos dicho anteriormente conseguiría la plata.
Pero Tino Tovar no solo se dedicaba a escribir para juveniles, ya había dado el salto a adultos y estaba en la modalidad de chirigota, de manera muy discreta, en la fila de atrás como componente. En el año 1993 sería con los hermanos Carapapa con quien saliera en la chirigota Defectos Navales que se quedó en preliminares. Pero en el año 1994 da el salto a una de las chirigotas más recordadas del Sherif, a Caimán que consiguió un estupendo tercer premio con su propuesta del superhéroe gaditano:
Al año siguiente continuaría en el mismo grupo con la chirigota Los varones que se quedó en semifinales. Pero, además, fue su primera autoría completa en una comparsa, en este caso juvenil, la última de esta tanda, y no es otra que la maravillosa El lavaero donde ya sí que sí se sientan las bases del estilo tan característico: pasodoble sencillo, buenos juegos de voces y algo que recordaba a lo añejo pero que, a la vez, se iba actualizando por sí solo. Fue primer premio, parece que además por casi por votación popular porque el público estaba con ellos a tope:
Con esta termina su fase como componente de otras agrupaciones, juveniles y de adultos, también su fase como autor de estas categorías inferiores y dan el salto a adultos todos juntos, de la mano, a dejar claro que se podía hacer un carnaval de otra manera: con una sonrisa y con una sencillez maravillosa. Pero eso lo podrán leer en otro capítulo.
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